@Noudiari/ La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Balears ha condenado a un hombre a once años de prisión por un delito continuado de abusos sexuales a su hija, menor de trece años. Estos hechos ocurrieron entre 2007 y 2011 en Eivissa.
La resolución impone al condenado la prohibición de aproximación y comunicación con la víctima por un plazo de 19 años. Se acuerda la medida de libertad vigilada por ocho años, con posterioridad a la pena de cárcel, y la privación de la patria potestad respecto a la hija.
Según la sentencia, el condenado mantuvo relaciones sexuales con su hija en varias ocasiones. En un último encuentro le contagió una enfermedad de transmisión sexual.
La sentencia no es firme y contra ella cabe recurso ante el Tribunal Supremo.
La sentencia, además, absuelve al condenado del delito de lesiones y del delito de provocación sexual.
Los hechos ocurrían, según el relato de los implicados, en el domicilio familiar y siempre cuando la madre de la víctima y expareja del condenado no se encontraba en la vivienda. En 2009 el condenado y madre de la víctima decidieron poner fin a la relación, pero fue en una visita posterior a la isla cuando el ahora condenado volvió a abusar de su hija. «La continuidad delictiva es clara ya que se producen varios episodios obedeciendo a un plan previamente concebido y aprovechando idénticas situaciones, relación de confianza y de vulnerabilidad y superioridad sobre su hija, ausencia de su pareja del domicilio, de modo que concurren los elementos propios del delito continuado», señala la sentencia.
La madre conoció estos hechos ya que se los relató una hermana de una amiga de la víctima. «Luego su hija le dijo que su padre había abusado de ella. Ella [la madre] se lo dijo al acusado, que lo negó, y decidieron llevarla al pediatra. Éste examinó a la menor y dijo que no había indicios de tocamientos», relata la sentencia. Aún así, la declaración y el informe realizado por dos psicólogas dan credibilidad a la versión de la menor, de la que señalaron «era muy madura para su edad». «A juicio de las psicólogas si no hubiese sido por lo de la enfermada de transmisión sexual, la menor nunca había dicho nada», concluyen.
No se entiende tanta amabilidad o tanto cogérsela con papel de fumar.
Este tipejo cómo se llama, a qué se dedica, dónde vive?