EFE / La balsa de riego de Formentera, que dará servicio a 69 productores agrarios, ha entrado hoy en funcionamiento por primera vez después de que las obras se finalizaran y se recepcionaran en 2009.
Esta infraestructura tiene una capacidad de 88.000 m3, lo que permitirá regar 114 hectáreas a través de 24 kilómetros de sistema de riego, ha informado el ejecutivo autonómico en un comunicado.
El conseller de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, ha presenciado la puesta en marcha de la infraestructura, acompañado del director general de Agricultura y Ganadería, Mateu Ginard, del presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, y del vicepresidente segundo y conseller de Presidencia, Bartomeu Escandell.
Vidal ha destacado la importancia de esta balsa que, según ha dicho, «permite el reaprovechamiento del agua depurada», y ha resaltado que Formentera, con esta balsa y la desaladora incorporada, cuenta con uno de «los mejores tratamientos terciarios de Baleares».
El presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, ha apuntado que la máxima institución insular destinará recursos para formar a los interesados con el uso y la gestión del agua.
El presidente de la Comunidad de Regantes, Joan Ferrer, por su parte, ha agradecido que este proyecto haya culminado.
La infraestructura, reivindicada por el sector agrícola desde el 2003 y que contó con una inversión de 8.217.764,38 euros, se finalizó y recepcionó en 2009, pero no se puso en marcha.
El estado de abandono en el que quedó a lo largo de los años ha hecho necesario invertir en esta legislatura 294.116 euros.
El agua, a diferencia de otras balsas de riego y debido al alto contenido de cloruros, pasa por una planta desaladora que la trata previamente antes de ir a parar a la balsa para destinarla a los campos.
En Baleares hay otros 13 grandes depósitos para regadío con aguas depuradas que permiten regar 3.600 hectáreas: 2.820 en Mallorca, 691 en Menorca y 85 en Ibiza.