EFE / La causa que lideró en vida el expiloto Ángel Nieto, que su viuda Belinda Alonso asumió, contra la instalación de una planta de asfalto y otra de hormigón en Ses Planes, en Ibiza, ha ganado la batalla judicial tras seis años. En rueda de prensa, Alonso ha informado de que, finalmente, el Tribunal Supremo no ha admitido a trámite los recursos presentados por los Hermanos Parrot, promotores de la cantera, y el Govern balear, contra la sentencia de 2018 del Tribunal Superior de Justicia Balear (TJSB) que declaraba nulo el decreto que autorizaba la instalación en la pedrera de Ses Planes de una planta de asfalto y otra de hormigón.
El alto tribunal impone, además, a Hermanos Parrot y al ejecutivo balear el pago de las costas de su recurso de casación ante el Supremo. La viuda de Nieto, presidenta de la Asociación de Afectados por la Cantera de ses Planes, ha señalado que la sentencia es firme después de “casi seis años de lucha: la Justicia nos ha dado la razón».
Para Alonso, con esta sentencia se ha demostrado que las autorizaciones “no se tramitaron bien” y no se tuvieron en cuenta los daños medioambientales, de seguridad vial y sociosanitarios que estas plantas podían producir sobre los vecinos.
La presidenta de esta asociación ha señalado que se trata de una “victoria de los vecinos de Jesús y una victoria medioambiental para la isla de Ibiza”, y ha añadido: «Y es una victoria para Ángel Nieto, que lideró este movimiento ciudadano”.
Un «sinsentido»
Para Alonso, es un “sinsentido” pretender restaurar un «espacio forestal de interés común mediante la instalación de actividades fabriles contaminantes y peligrosas”. La pedrera fue autorizada por “imperativo legal” después de muchos años de explotación ilegal, en contra del informe de los técnicos municipales.
El Supremo dejó escrito en un fallo de 2011 “la aberrante situación que se había generado y tolerado por la propia Administración Pública al autorizar una actividad altamente molesta, insalubre, nociva y peligrosa a muy escasa distancia de viviendas habitadas”.
Tras esta sentencia, los vecinos temen ahora que la empresa inicie un nuevo procedimiento para la instalación de las dos plantas, por lo que seguirán atentos a cualquier procedimiento que se inicie, «proclamando y defendiendo» que la instalación es «un atentado medioambiental y una agresión contra la salud de todos los vecinos».