@Noudiari / Una veintena de personas se ha concentrado en el juzgado de Ibiza en apoyo a Rafa Sánchez. Al secretario general de la CGT y al propio sindicato se le reclaman más de 90.000€ por calumnias contra un restaurante de Formentera.
Esta mañana, un grupo de trabajadores ha dejado sus puestos de trabajo para ir a apoyar al secretario general de la CGT, Rafa Sánchez, a las puertas del juzgado. Ellos explican a la gente que su compañero ha sido denunciado de forma «ilógica», pues su trabajo es defender a los trabajadores e informar a la gente de las acciones del sindicato.
La denuncia viene de principios de verano, cuando el dueño del restaurante La Casa de la Pizza, en Formentera, presuntamente agredió a un extrabajador transexual que le reclamaba el pago de su sueldo. El sindicato entonces ofreció ayuda al presunto agredido, que le ayudó a poner las denuncias necesarias, advirtió a inspección de trabajo de supuestas irregularidades en los contratos de los empleados y el piso que les alquilaba encima del local y advirtió a su afiliación a través de las redes sociales del problema que estaban teniendo con este restaurante.
Rafa Sánchez se defiende diciendo que no ha calumniado a nadie y que ha hecho el trabajo de información que debería hacer todo sindicato y se arrepiente de no haber podido hacer más. “Este acto nos parece tan grave que deberíamos haber organizado escraches al restaurante junto con los colectivos LGTBI. Lástima que la precariedad del trabajo de las islas nos impida tener vida más allá del trabajo en verano”. Rafa opina que “esto es un atentado contra la libertad sindical y contra la libertad de expresión. Es una vergüenza que el juez nos llame en un mes, cuando en los juzgados de los social se tardan años en conseguir citas para casos mucho más graves que este”, termina diciendo que no pedirá perdón por defender a los trabajadores.
Por otra parte, la secretaría permanente de CGT Ibiza y Formentera ha decidido en asamblea que, «tras este burdo ataque», se presentará como acusación particular en la demanda penal que presentó el trabajador presuntamente agredido.
El propietario del restaurante demandante también explicó su versión de los hechos, muy diferente a la difundida por CGT, que se puede leer aquí.