EFE / La Comisión Europea (CE) ha recomenado este miércoles a los países de la Unión Europea (UE) que hagan obligatorio el uso de mascarillas y el respeto a la distancia de seguridad en todos los medios de transporte, pero exime a las aerolíneas de dejar asientos libres en los aviones.
Es la sugerencia introducida por Bruselas dentro del amplio paquete de recomendaciones de cara a la desescalada gradual para reactivar la industria turística este verano presentada este miércoles, en la que también se pide habilitar «protocolos adecuados en caso de pasajeros que presenten síntomas de coronavirus».
En el caso específico de los aviones, y teniendo en cuenta que en los últimos días ha habido vuelos casi llenos que han generado polémica, desde Bruselas reconocen que hay sitios donde es difícil guardar las distancias de precaución.
Por ello, la CE no exige expresamente a las aerolíneas, que se encuentran en una situación financiera extremadamente delicada, que dejen asientos libres para que haya al menos 1,5 metros de distancia entre cada persona.
Se limitan a pedir a las capitales que tanto los pasajeros como el personal de vuelo lleven mascarillas de protección en los aviones.
Pero subrayan que se pueden «aplicar protocolos de salud adicionales» en los que Bruselas está trabajando con los Estados miembros y las agencias y organismos concernidos. Se publicarán orientaciones «un par de días después» de la recomendación general.
Recomiendan que se acepten los bonos por vuelos cancelados
También en lo referente a las aerolíneas, la CE recomienda que los pasajeros acepten que se les devuelva en cupones y no en efectivo el dinero abonado por vuelos cancelados por la pandemia.
Pide a las asociaciones de consumidores que hagan pedagogía en ese sentido, a los Estados que se hagan garantes de esos bonos en caso de quiebra y a las aerolíneas que hagan atractivos los cupones para los pasajeros.
Pero la Comisión Europea subraya que el pasajero tiene la última palabra y que puede reclamar el dinero en efectivo, como contempla la legislación comunitaria y que los países donde no se cumpla podrían ser sancionados, extremo que no ha gustado a las compañías aéreas, que a través de la asociación Airlines For Europe (A4E) ha criticado la falta de «liderazgo» de Bruselas en ese sentido.