Por Rebecca Beltrán: La crisis económica y financiera ha dinamitado los cimientos de la construcción en tres de los cinco municipios de Eivissa, mientras que Sant Antoni y Vila han salido indemnes del varapalo urbanístico.
En Portmany, el ayuntamiento expedió 96 licencias de obra mayor en 2008 y 100 en 2012. Este incremento del 4,5%, aunque ligero, convierte al municipio de Sant Antoni en una excepción destacada dentro de la geografía nacional, donde según el Informe Eurocostruct publicado por el Instituto de Tecnología de la Construcción de Catalunya (ITec) la construcción decayó sólo en 2012 un 30,8% en toda España.
El otro municipio que escapa a los datos estadísticos es Vila, donde se ha registrado un descenso casi imperceptible en el número de licencias expedidas de sólo un 2,5%, ya que en 2008 el ayuntamiento tramitó con éxito 79 solicitudes y 77 en 2012.
Por el contrario, el municipio donde la construcción ha experimentado un declive más acusado es Santa Eulària, donde el ayuntamiento sólo facilitó durante el año pasado 113 licencias de obra mayor, frente a las 184 que se expedieron en 2008. Sant Josep muestra cifras similares, ya que su consistorio tramitó 44 licencias en 2012, cifra que supone un 36,2% menos que las 69 que fueron aprobadas en 2008.
Por último, el descenso que se ha registrado en el municipio de Sant Joan es del 22,5%, donde en 2012 se autorizaron 62 licencias de obra mayor frente a las 80 de 2008.
Al ser un permiso requerido por las administraciones locales, las licencias de obra mayor son uno de los indicadores más afinados de la actividad urbanística de una población. Este tipo de permiso se solicita para cualquier construcción de amplia repercusión, tanto para las obras de nueva planta como para las reformas estructurales de edificaciones ya existentes.