@Noudiari / La Dirección General de Consumo del Govern Balear ha revelado en la Memoria de Actividad de 2017 que Ibiza y Formentera protagonizaron 1010 denuncias de consumidores, lo que se traduce con un aumento de 328 reclamaciones más que en 2016. Los datos han sido revelados por la consellera de Salud, Patricia Gómez, y el director general de Consumo, Francesc Dalmau.
El conjunto de Illes Balears acumula 7.546 quejas formales por parte de los usuarios, a las 1010 pitiusas hay que sumar las 5.945 denuncias de Mallorca y 591 de Menorca. Mediante las inspecciones realizadas a raíz de estas denuncias, se han interpuesto sanciones por valor total de 1.341.626 euros, el doble que en 2015.
También han revelado que se han retirado del mercado 78.929 productos peligrosos, después de que los consumidores alertaran a la Dirección General de Consumo. El volumen más importante fueron juguetes, llaveros con diseño infantil y diferentes artículos de carnaval. De este tipo de productos, Baleares decidió notificar 15 alertas a la Red Europea de Productos Peligrosos.
Del total de reclamaciones y denuncias de 2017, la mayor parte se refirieron a compraventa y reparaciones de telefonía e Internet y electrodomésticos, alquiler de vehículos, tiendas multiprecio, servicios de ocio, viajes, suministro de energía y agua y los relacionados con turismo y restauración.
El Govern ha insistido hoy en la importancia de presentar reclamaciones, que son un «observatorio real» del comportamiento de las empresas y que contribuyen a «luchar contra las prácticas abusivas y desleales de determinadas empresas».
Baleares notificó 15 alertas a la Red Europea de Productos Peligrosos, la mayoría de los cuales eran juguetes.