L.Aversa/ La Estación Náutica de Sant Antoni y Sant Josep está a la expectativa de la nueva regulación prevista por el Govern balear y el Consell de Formentera para que las empresas de party boats no puedan operar en el litoral de la pitiusa menor.
El nuevo presidente de la Estación Náutica, Juan Tur, ha asegurado que aunque algunas empresas de la Isla se verán afectadas, “el perjuicio no será excesivo”. “Si los promotores venden Formentera y no pueden ir, tendrán que buscar otra actividad”, ha señalado Tur.
Sin embargo, esta nueva regulación no solo alcanzará a los party boats que trabajan desde Eivissa. También afectará a empresarios de la pitiusa menor porque allí, según Tur, “también hay empresas que se dedican a esto”.
El empresario ha explicado que los socios de la Estación Náutica se atendrán a la regulación, aunque ha indicado que el Govern deberá primero definir qué es un party boat.
“Será interesante ver en qué sentido el Govern le da forma a lo que es un party boat, porque no hay ninguna descripción que lo defina”, ha señalado el presidente de la Estación. “Hay yates que también se alquilan y hacen fiestas en Formentera”, ha puntualizado.
Criminalización
El presidente de la Estación Náutica ha asegurado que la denominación party boat es una creación de los periódicos para nombrar una actividad que lleva “más de 30 años” en la Isla. “La nomenclatura party boat es la criminalización de excursiones que se hacen desde hace más de 30 años. Son excursiones con música y bebida, que antes se llamaban beach party. Ahora parece que fuera un sitio al que solo se va a desmadrarse y eso no es cierto. Hay empresas que lo hacen bien, y que lo hacen mal, y las que lo hacen bien son las de la Estación Náutica”, ha defendido el presidente de la agrupación.
Para Tur, todo esto es producto del “boom” creado a raíz de la publicidad de esta actividad “de cara al exterior”. “Vienen empresas foráneas, que han creado un conflicto entre el turismo de playa y de relax, y el de fiesta. Antes había tres o cuatro empresas y desde que ha habido este ‘boom’, hace un par de años, se nos señala con el dedo”, ha destacado el empresario.
El acuerdo
El principio de acuerdo enfocado a prohibir este tipo de actividades en el litoral de Formentera fue adoptado la semana pasada entre técnicos de la Conselleria de Medi Ambient y el Consell Insular de Formentera. En concreto, prevé que mediante los planes de gestión de la zonas protegidas con la figura LIC (Lugar de Interés Comunitario) se prohíban estas embarcaciones. De esta forma, el perímetro de Formentera, S’Espalmador y S’Espardell, y también el Parque Natural de Ses Salines, quedarían como zonas prohibidas para los party boats porque cuentan esta declaración.
Al respecto, Tur ha destacado que “Formentera tiene su modelo de turismo y ha optado por esta opción”, pero que ha explicado que la política de la Estación Náutica “es más de regular que de prohibir, para que las empresas puedan saber a qué parámetros legales atenerse”.
“Apostamos por la coexistencia entre el medio privilegiado que tenemos, y que es el atractivo turístico, y la actividad empresarial que hacen que las Islas prosperen”, ha señalado Tur.
La Estación Náutica representa a 200 empresarios de Sant Antoni y Sant Josep, de actividades náuticas, comerciales y hoteleras.
Formentera quiere simplemente desmarcarse del tipo de turismo al que dramáticamente se aferra Ibiza. Y bien que hace. Y bien que le va. Y cuando más se aleje, mejor le irá todavía.
El único que no debe saber que es un party-boat (o eso, o intenta marear la perdiz) debe ser este señor, que para más inri es presidente de una Estación Náutica. Se lo digo yo: una party-boat es una discoteca metida en un barco llena de borrachos, que lleva su música atronadora y horrible a lugares naturales en los que debería haber tranquilidad. Todo lo demás, no lo es ni lo ha sido nunca.
La teoría económica enseña que para que prosperen unos sectores, deben dejarlo de hacer otros. Los sectores que se han dejado prosperar en Ibiza han hecho que otros no lo hayan hecho. En Formentera no quieren que eso suceda. Y eso es lo normal. Lo surrealista es lo de Ibiza.