@D.V./ En el comunicado que se había enviado a los medios de comunicación lo ponía bien claro: “Tras el acto oficial, se celebrará la jornada ofreciendo a los presentes una copa de vino español”. Ese vino español se ha convertido en la comidilla de la jornada e incluso el capitán de la compañía, Juan Muñoz Tovar, ha hablado de ello en su discurso: “Que más da si es un Rioja o un cava catalán, lo importante es que nos una”. Finalmente, se ha bebido un tinto de Rioja y un blanco fresquito catalán: un Segura Viudas del Penedés.
Las alusiones al tema catalán no han faltado en el discurso del capitán Muñoz Tovar, quien no lo ha citado directamente pero cuyas alusiones se han podido leer entre líneas. Así, tras comentar que “ser Guardia Civil es pronunciar con orgullo y arrogancia el nombre de España”, ha comentado la emoción que le produce “ese vínculo que une a 47 millones de personas durante más de quinientos años de historia común”, un vínculo que “supone difícil de entender que alguien quiera romper”.
El capitán de la Guardia Civil también ha elogiado la labor de las fuerzas y los cuerpos de seguridad en las Pitiüses y, sin entrar en la autocomplacencia, se felicitó de “poder afirmar que Eivissa y Formentera son destinos turísticos seguros”.
El Director Insular defiende la integración de los agentes en la sociedad
A diferencia del discurso que realizó el año pasado, en esta ocasión el Director Insular del Estado, Rafael García Vila, ha obviado totalmente la cuestión catalana en su parlamento, y se ha centrado en alabar las virtudes de “abnegación y sacrificio” de la Guardia Civil. García Vila ha asegurado que “esta maravillosa isla os ha acogido con admiración y respeto” y que le llena de “orgullo y satisfacción vuestra integración en la sociedad en la cual servis”.
Antes del parlamento, el vicario Francesc Torres-Peters realizó una misa en la que exhaltó la figura de la Virgen del Pilar como patrona del cuerpo de la Benemérita, con ese lenguaje marcial un poco vintage que se utiliza en este tipo de ceremonias. Así, ha invocado a la Virgen como “refugio de pecadores, consoladora de afligidos, Madre de España”. Tras la ceremonia se ha realizado la entrega de las Medallas al Mérito y Menciones Honoríficas, además del Diploma de Reconocimiento al guardia civil retirado Miguel Fernández, una distinción que le ha sido entregada por su hijo, el diputado ibicenco del Partido Popular Jaime Fernández.
Posteriormente se ha realizado un sentido homenaje a los guardias civiles caídos en acto de servicio. Tras un enfático recordatorio “Cuando lo demandó el Honor, acataron. Con la sangre, su esfuerzo rubricaron. Servir a España, su pasión eterna”, se ha depositado un corona de laurel al pie de la bandera y ha sonado el himno de la Guardia Civil. Tras este momento solemne, se han roto filas y ha sido el momento de relajarse con un bufet y, efectivamente, con vino español.
En España hay demasiados cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Con una policía metropolitana y otra a nivel nacional, ambas civiles, basta. Por ahí se van muchos dineros. La guardia civil (que no lo es, ya que es militar) está de más, pero nadie le mete mano a esta cuestión. Se superponen tareas entre ellos y la policía nacional, y también entre esta y policía local. Ahora que están poniendo como trabajan por la tv, me quedo estupefacto, viendo como la policía nacional tiene que llamar a la policía local para que se le haga a un conductor un control de alcoholemia, cuando ellos lo han detenido por sospechosos de un delito. Pero también pasa igual cuando ocurre una urgencia, se juntan un montón de cuerpos de seguridad y de socorro. Con uno bueno como hacen en otros países, que llevan las emergencias los bomberos, sobraría protección civil por ejemplo.