La Guardia Civil auxilió el pasado día 6 de agosto a una bebé de 35 semanas que sufrió una insuficiencia respiratoria súbita por atragantamiento.
De madrugada, una patrulla de seguridad ciudadana que estaba circulando por Sant Jordi, fue requerida desde una acera por una mujer en pijama que tenía en brazos a un bebé.
Manifestó que necesitaba ayuda porque su hija no respiraba. Los guardias civiles comprobaron que la niña estaba de color azulado y no respiraba.
Inmediatamente comenzaron a realizar la maniobra de Heimlich aplicada a bebés. Pese a ello, la niña no conseguía respirar.
Subieron al vehículo oficial a la madre y a la bebé y con celeridad se dirigieron donde los guardias civiles habían visto momentos antes una ambulancia, a la que dieron alcance e interceptaron para entregar a la niña a los servicios sanitarios.
Mediante una mascarilla de succión consiguieron abrir las vías respiratorias y extraer la mucosidad que le impedía respirar.
Ambas, madre y bebé, fueron trasladadas al hospital Can Misses para observación de la pequeña, que se recupera con normalidad gracias a la rápida intervención de los guardias civiles y los sanitarios.