R. Beltrán/ Junto a la fábrica de luz de Endesa, Ladrilleras Ibicencas, S. A. es la única industria de la isla con autorización para emitir CO2 (dióxido de carbono) por sus chimeneas. Y desde julio de 2012, esta empresa ha eliminado por completo sus emisiones provenientes del combustible gracias a su apuesta por las energías renovables, en concreto, al empleo de biomasa para generar energía térmica.
Tras un paro en la producción de seis meses entres 2011 y 2012, en el que se aprovechó para introducir estas mejoras, la fábrica de Ladrilleras Ibicencas, situada en la carretera de Santa Eulària, comenzó a utilizar madera procesada procedente de Albacete, más concretamente ‘pellet’, un tipo de granulado que se fabrica mediante el prensado de serrín. De este modo, la ladrillera ha descartado el fuelóleo que empleaba anteriormente, algo que le ha reportado un ahorro económico muy significativo, además de un paso adelante en beneficio del medio ambiente.
“Entre el precio del combustible, que subía cada vez más, y la dificultad de subsanar la puesta al día de las instalaciones de combustible que imponía la Administración, finalmente optamos por experimentar con las energías renovables como la mejor opción”, ha explicado a Noudiari.es Vicente Serra, el administrador de Ladrilleras Ibicencas.
Segunda fase: proveerse de biomasa de Eivissa
La industria, que contaba con una instalación de almacenaje de combustible montada según la normativa de los años sesenta y que necesitaba una actualización, ha invertido en “un equipo mínimo”, tal y como subraya Serra, para la reconversión a este tipo de energía.
Sin embargo, Ladrilleras Ibicencas contempla una segunda fase de reconversión de la fábrica, en la que podrán proveerse de biomasa de la isla, sin necesidad de comprar la madera procesada a la Península. “Esta parte del plan la llevaremos a cabo en el momento en el que disfrutemos de una continuidad de producción y no tengamos que parar durante meses por tener el stock repleto, como ocurre ahora”, ha puntualizado Serra. Cuando se introduzcan estas mejoras, la ladrillera podrá utilizar astillas, leña de cualquier tipo, restos de poda y de jardinería, así como de limpiezas forestales, madera de derribos de obra apta para tal fin… Todo ello sin distinción y obtenido en la isla, por lo que los costes experimentarán otra reducción considerable. “Siempre y cuando sea económicamente viable por nuestra parte el montaje de una instalación para el procesado de la materia prima”, ha apostillado Serra antes de añadir que “esto significaría, aparte del ahorro, la apertura de un camino para el uso de subproductos que ahora han de ser eliminados en el vertedero o en quemas incontroladas, por lo que obtendríamos un doble beneficio: económico y de optimización de la gestión forestal”.
Una reconversión sin ayudas económicas de la Administración
El cambio de la producción impulsada por fuelóleo a la biomasa se realizó en varias fases. Inicialmente, se compaginó el combustible tradicional con un 30% de empleo de esta madera de características especiales, a lo que siguió un 50% y, finalmente, el 100% de adaptación a las energías renovables. Actualmente, el consumo se divide entre un 75% de biomasa y un 25% de aceite vegetal reutilizado, proveniente de la recogida doméstica y de la hostelería.
Este plan de reconversión, que se realizó en el medio año comprendido entre noviembre de 2012 y abril de 2013, contó con la aprobación de la conselleria balear de Medio Ambiente, que según remarca Serra, no pusieron ningún impedimento a que la empresa pudiese llevar adelante esta iniciativa, ya que el impacto ecológico es innegable. No obstante, Ladrilleras Ibicencas no recibió ni un euro de subvención pública y la empresa asumió el coste íntegro de esta modernización.
Vicente Serra define la experiencia como “plenamente satisfactoria”. En estos momentos, la ladrillera de Eivissa ha detenido de nuevo su producción por haber llegado al máximo de su stock y prevé que reanudarán la fabricación en el primer semestre de 2014.
rebecca me encantan tus escritros,, y tus horarios.
(un admirador en el exilio, de su propia ideología,)
sigue asi.
El título de la noticia es totalmente falso. A ver si nos documentamos un poco antes de ponerse a escribir porfavor.
Cualquier reacción exotérmica que implique la quema de carbono produce CO2 y la madera es más o igual de contaminante que el fuel-oleo. Los gases de la combustión de madera tienen más partículas en suspensión y producen óxidos de nitrógeno y óxidos de azufre.
La única manera que hay de eliminar la emisión de óxido carbónico es, por ejemplo, implantando energía solar.
Estimado Oriol, por supuesto que se emite CO2 a quemar biomasa, pero esta reconocido por todos los Organismos Internacionales, que las emisiones de CO2 de la Biomasa no incrementan el CO2 presente en la atmosfera, pues en su crecimiento la biomasa absorbe el CO2 que luego emite, mediante la funcion de la fotosintesis, por lo tanto el ciclo es neutro, o sea que no incrementa el CO2 presente en la atmosfera. En cuanto a las particulas, para eso estan los filtros y ciclones, para mantener las emisiones en los limites autorizados. Y finalmente decir que la madera es mas contaminante que el fuel, es una verdadera barbaridad que demuestra que no sabe de lo que habla.
Dudo mucho que haya filtros y ciclones en la ladrillera. Y éstos se pueden poner en cualquier tipo de caldera. Así que no exime que sea contaminante y que pueda tener mas inquemados.
Simplemente estaba desmintiendo que se suprimieran las emisiones de CO2, y puesto que estas en el sector espero que seas consciente que en el ciclo que describes hay disparidad de opinión. (CO2 neutro).
Un paso adelante sería gasificar la biomasa.
El ciclo del CO2 es neutro en si mismo, todo el CO2 que se emite en la combustion de la biomasa se capto por medio de la fotosintesis durante el crecimiento de la misma, otra cosa distinta es lo que lleva aparejado la recoleccion, transformacion y transporte de la biomasa, pero seguro que es mucho menos de lo que cuestan las mismas labores en los combustibles fosiles, pues sacar gas o petroleo de 10.000 metros, prepararlo, transformarlo y transportalo desde miles de kilometros genera unas cantidades de CO2 descomunales, por lo tanto no seamos mas papistas que el Papa, lo bueno es enemigo de lo perfecto; sigamos desarrollando el uso de la biomasa de forma sostenida y sostenible, pero sin pedirle a la biomasa lo que no se pide a ningun otro combustible fosil.