EFE / La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha estimado que 2018 concluirá con la visita de 81,2 millones de turistas extranjeros, un 0,8 % menos que el año pasado y que marcó el récord de 81,9 millones de personas, lo que supone el primer descenso desde el año 2009.
El sector ha encadenado ocho años consecutivos de incrementos en cuanto a la visita de turistas internacionales, entre 2010 y 2017.
La racha alcista se quebrará a finales de año. Este cambio de tendencia se ha justificado por el menor dinamismo de los principales mercados emisores, la recuperación de los destinos competidores en el Mediterráneo y la crisis institucional en Cataluña, la principal comunidad autónoma de destino que absorbe casi la cuarta parte del flujo de turistas.
El gasto sigue subiendo
A diferencia de lo que va a ocurrir este año con las llegadas, el gasto efectuado por estos visitantes en España seguirá la senda alcista.
La previsión en cuanto a este desembolso adelantada hoy por la ministra refleja que el año se cerrará con 89.440 millones de euros, lo que supone un 2,8 % más que en 2017.
En este apartado, la subida se moderará este año puesto que en 2017 el gasto de los turistas extranjeros repuntó un 12,4 % en comparación con 2016.
La titular del departamento de Turismo ha destacado hoy que estos datos suponen la «normalización en los flujos con un incremento de la calidad de los turistas».
En el acumulado de los ocho primeros meses del año (a falta de los datos oficiales de septiembre) han visitado España 57,3 millones de turistas internacionales, una cifra similar al mismo periodo de 2017 (un 0,1 % menos), con un gasto total de 62.230 millones, un 2,8 % más.
Baleares, más calidad que cantidad
Cataluña y Baleares acusaron sendos descensos en el número de turistas hasta agosto y en comparación con los ocho primeros meses de 2017.
Por lo que respecta a Baleares, Maroto ha comunicado que su departamento está trabajando conjuntamente con la administración autonómica para «evitar congestiones, mejorar el destino y el modelo» de turismo.
Ha afirmado que el modelo para Baleares es una apuesta «por la calidad más que por la cantidad» debido, ha añadido, a que se trata de un destino «con espacio limitado».