Joan Miquel Perpinyà / Las medidas gubernamentales que se fueron adoptando durante el estado de alarma y también en la progresiva desescalada para llegar a la “nueva normalidad”, han estado plagadas de incoherencia, arbitrariedad e improvisación. Se dirá que no había precedentes y que las autoridades tuvieron que tomar decisiones muy difíciles, pero no solo nos obligaron a leer diariamente el Boletín Oficial del Estado (BOE), sino también estar pendiente de las correcciones que se iban haciendo a cada norma publicada porque los errores eran cotidianos.
Pero que nadie se engañe. Los locales de ocio nocturno del West End no están sufriendo uno de esos errores, ahora de la mano del Govern de les Illes Balears. En absoluto. Están siendo castigados con toda severidad por su apoyo al PP en las elecciones municipales del año pasado. El PSOE perdió la alcaldía de Sant Antoni tras cuatro años de ejercicio del poder junto a sus socios de Reinicia, con quienes ahora forman coalición. Aquella unión gubernamental, junto al PI inicialmente hasta que incurrieron en transfuguismo, resultó catastrófica para Portmany.
Los locales de ocio nocturno del West End no están sufriendo uno de esos errores, ahora de la mano del Govern de les Illes Balears. En absoluto. Están siendo castigados con toda severidad por su apoyo al PP en las elecciones municipales del año pasado.
Su rasgo característico fue el escándalo, la prepotencia, la provocación, la zafiedad y finalmente el desprecio hacia cualquiera que osara criticarles. Ahora están en la oposición y lejos de analizar las razones por las que perdieron el poder, aunque muchos de aquellos que gobernaban ya no están en política y por algo será, se regocijan en la prohibición hecha por parte del Govern de Francina Armengol y que les impide abrir sus puertas a los bares, pubs y cafeterías del West End y se extrañan de que el alcalde Marcos Serra les reciba en el Ayuntamiento cuando fueron a protestar y les muestre su apoyo.
Estamos ante una pura, descarada y antidemocrática represalia contra un núcleo determinado de empresarios a quienes desde el PSOE-Reinicia se responsabiliza de haber perdido el gobierno municipal. Francisco Tienda, que fue concejal de Reinicia durante el nefasto mandato de Pep Tur Cires, con una concejala imputada por abuso laboral, un caso de transfuguismo asociado a la votación de la adjudicación más importante hecha en el pueblo, etc. etc. dijo en Twitter que Marcos Serra “está devolviendo el favor a los británicos a los que llevaron de la manita a votar en las últimas elecciones y que le dieron la ventaja suficiente para gobernar”.
A sensu contrario, el Govern prohíbe abrir al West End por no haber votado al PSOE-Reinicia, un severo castigo que sufrirán empresas y trabajadores y que tendrá un efecto muy positivo para los socialistas, tal y como insinuó el conseller balear de Turismo, Iago Negueruela, como es obligar a cerrar a la mayoría de los locales. Este es el brillante modo en que se pretende reconvertir el West End. Muerto el perro, se acabó la rabia. La próxima vez, si saben lo que les conviene, voten al PSOE-Reinicia. No conviene enfrentarse a la mafia local y el que lo hace, paga las consecuencias.