EFE / La primera ola de calor del verano que afecta desde el miércoles a gran parte del país ha entrado este sábado en su recta final con avisos de máxima alerta en cinco comunidades y récords de temperaturas en Cataluña y Comunidad Valenciana, donde se han batido registros mínimos y máximos.
La burbuja de aire cálido que se mantiene sobre Europa occidental, que ha provocado que el aire se reseque y caliente este sábado por cuarta jornada consecutiva, dará paso el domingo a un descenso térmico generalizado y el fin de la ola de calor, aunque las temperaturas seguirán en niveles altos, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
El episodio meteorológico en la península y Baleares ha puesto en alerta roja a varias zonas de Navarra, interior de País Vasco y alto Ebro, donde se superarán los 40 grados en Lleida (44), Zaragoza (42) y Pamplona (41), entre otros puntos.
Y, tras la muerte de dos personas -un joven de 17 años en Córdoba y un hombre de 93 años en Valladolid- y el ingreso de un hospitalizado en estado grave en Murcia, este sábado ha trascendido el ingreso en la tarde de ayer de un hombre de 58 años en el Hospital del Valle de los Pedroches de Pozoblanco (Córdoba) aquejado de un golpe de calor.
En coincidencia con la ola de calor se han desatado también cuatro grandes incendios en la comarca tarraconense de Ribera d’Ebro y en las provincias de Toledo y Ávila -con alrededor de 10.000 hectáreas arrasadas en total-, aunque se han registrado más de una veintena de menor envergadura en comunidades como la valenciana y murciana.
En el día de hoy las temperaturas han dejado dos récord: los 38,8 grados que marcaba a las 14 horas el observatorio provincial de Castellón, según la Aemet la temperatura más alta registrada en un mes de junio desde 1911; y los 31,2 que anoche midió el Observatorio Fabra de la sierra de Collserola (Barcelona), la mínima más cálida del año en Cataluña.
La atmósfera cálida y seca, con valores asfixiantes y polvo en suspensión gracias a la entrada de una masa de aire tropical africano, se ha extendido hacia el norte de Europa y dejará máximas asfixiantes en Zaragoza, donde se prevén 44 grados.
En la Ribera del Ebro y el sur y bajo Aragón esperan igualmente máximas de 42 grados, al igual que en la ribera del Ebro en Navarra, donde el termómetro marcará los 43. Los Pirineos catalanes tampoco se libran del calor: en la zona ilerdense se podrán alcanzar los 41-42 grados, y en la depresión central y el prelitoral norte y sur tarraconense se llegará a los mismos valores.
Lo mismo sufrirán los ciudadanos de Navarra y La Rioja en el área próxima al Ebro, donde se registrarán los valores más altos por encima de los 40 grados.
En lo que queda de fin de semana el cielo continuará despejado, con fuerte insolación propia de estas fechas, según la Aemet, lo que dejará en buena parte del interior peninsular valores por encima de los 36 grados y los 40 en áreas del centro y del interior de la mitad sur. Esta situación no afectará a Canarias, Ceuta y Melilla, así como Galicia, Asturias y Cantabria.
Según la Aemet, a partir del domingo se prevé un descenso térmico generalizado que dará fin a este «episodio de temperaturas anormalmente altas», aunque durante el domingo las temperaturas continuarán rozando los 42 grados en zonas del cuadrante noreste peninsular, especialmente en el valle del Ebro y los 38 grados en amplias áreas del centro e interior de la mitad sur.
En los próximos días, aunque las temperaturas no serán tan altas como las de los días de la ola de calor, todavía serán relativamente elevadas, con valores ligeramente superiores a las habituales para estas fechas.