@Noudiari/ La Comisión de seguimiento de las razas autóctonas ibicencas celebró ayer una reunión para estudiar las pautas que organizan genealógicamente la población y estudiar la consanguinidad para evitar el deterioro biológico de cada una de las razas.
En esta comisión se estudia cómo afecta a la normativa española los cambios legislativos realizados por la Unión Europea y, se analiza, cómo integrar el sello “1005 Raza Autóctona” que da el Ministerio de Agricultura en cada una de ellas.
A dicho encuentro, que se celebra anualmente, asistieron el presidente de la Federació Pitïusa de Races Autòctones (FEPIRA), Xavier Prats; el director de Raza, Juan Vicente Delgado, genetista y catedrático de la facultad de veterinaria de la universidad de Córdoba; Agüeda Pons, de la empresa pública Semilla; los veterinarios de la FEPIRA y del Consell, Sara Vergés y Jordi Masip; Marc Ferrer, presidente de la Asocación de criadores de gallina ibicenca, y Fina Prats, presidenta de las asociaciones de oveja ibicenca y cabra pitiusa.
Ejemplares existentes
Los datos que se manejan desde FEPIRA son que, año tras año, el censo de animales se está incrementando, entorno a un 5%.
A día de hoy existen 215 ovejas, 200 cabras, 80 conejos y 79 gallinas. En el caso del ‘porc negre’ hay 60 cabezas, de las que 46 están en Ibiza y 14 en Formentera.
Juan Vicente Delgado señaló que la conyuntura del ganado ovino y caprino es «muy complicada» ya que son las razas más amenazadas de España, «quedan muy pocos ejemplares».
«La cifra en pequeños rumiantes para considerar que una raza autóctona está fuera de peligro son 9.000 ejemplares”, ha declarado Juan Vicente Delgado, que ha destacado, especialmente, el trabajo que se está realizando con el porc negre ya que “estando casi extinguido, ocurrió como con Lázaro, resucitó, se levantó y anduvo”.
“La mejor manera de conserva una raza, es comérsela”
El catedrático cree que es «fundamental» cuidar el patrimonio animal al igual que se protege el patrimonio artístico o histórico. «Las razas autóctonas son el logro del trabajo de campesinos ibicencos a lo largo de los siglos y que puede acabar por perderse», apuntó. Para el genetista, “la mejor forma de conservar una raza es comérsela». «Estos animales se producen para el consumo humano, si nadie los consume, desaparecerán”, añadió.
Tanto el genetista,como el presidente de FEPIRA se mostraron optimistas porque además del aumento paulatino de los censos, se está produciendo una «diversificación de productores».
«Hasta hace muy poco, el que uno de los ganaderos dejará de trabajar con una raza, era un presagio de que ésta pudiera desaparecer. Afortunadamente se están sumando productores jóvenes, muy implicados, gente que se prepara y estudia. Esta es la única manera de conseguir razas más estables y más productivas”, concluyeron.
Yo conozco unas cuantas que fueron fusiladas en un islote…