R. Beltrán/ La población hibernante de flamencos en el Parque Natural de Ses Salines de Eivissa ha registrado cifras récord este año. Alrededor de 450 ejemplares de estas aves (Phoenicopterus roseus) han sido censadas por el ornitólogo Oliver Martínez durante el mes de noviembre, una cifra comparable con 2001 (733 ejemplares) y 2011 (829 ejemplares), los años en los que la población de esta especie alcanzó sus cotas máximas en Ses Salines durante los meses de invierno.
Nuria Valverde, técnica del Parque Natural, ha subrayado que su próximo objetivo es que estas aves críen en Eivissa, algo que no han hecho nunca en Ses Salines. “Para que nidifiquen, lo primero que tenemos que garantizarles es tranquilidad”, ha señalado Valverde. Por este motivo, desde el Parque solicitan a los ciudadanos que no se adentren y que no paseen con sus perros por los estanques para no perturbar a los flamencos.
Playas o islas de barro para los nidos
El siguiente paso, una vez garantizada la quietud, sería facilitar a estas aves islas o playas de barro en los que pudieran situar sus nidos con forma de volcán. “Si logramos que algunos ejemplares tengan aquí sus crías, éstas volverán a la isla para criar, aunque migren durante el resto del año”, ha apuntado Valverde.
Otra de las actuaciones que se está llevando a cabo en Ses Salines para contribuir a crear el hábitat ideal para los flamencos es la instalación de los denominados ‘espantapájaros’ en las torres eléctricas, unas espirales de un llamativo color naranja que evita que éstos colisionen contra ellas. “Vamos soterrando parte de estos cables, pero tenemos una particularidad y es que Ses Salines están atravesadas por el tendido eléctrico que va a Formentera, pero Red Eléctrica está trabajando en ello”, ha ratificado la técnica del Parque Natural.
Necesaria colaboración de los ornitólogos locales
“Muchos de estos flamencos están de paso y dentro de unos meses irán a la Península, Francia o Italia”, ha apuntado Xavier Mas, el biólogo marino y profesor de biología en el IES Santa Maria, quien también ha subrayado que los recortes en Medio Ambiente han afectado al Parque, donde no se realiza el seguimiento de aves acuáticas que sí se llevaba a cabo años atrás. “Nos cuesta hacer el seguimiento detallado, pero varios ornitólogos locales nos ayudan a realizarlo de forma desinteresada y una vez al año publican los resultados de sus observaciones en el Anuario Ornitológico”, ha explicado Nuria Valverde.
Asimismo, Mas ha acentuado la necesidad de que los visitantes del Parque no molesten a los flamencos que habitan en los estanques, donde encuentran un pequeño crustáceo propio de aguas salobres llamado Artemia salina y que constituye uno de sus principales alimentos. “Lo más importante es que la gente sea lo más respetuosa posible con el medio ambiente, sin dejar huella de su presencia”, ha indicado Mas, quien recomienda a los aficionados al avistamiento de aves que acudan al Parque al amanecer o atardecer y que empleen prismáticos para poder observar mejor el comportamiento de los flamencos.
Fotografía: Joan Costa, segundo premio en 2012 del certamen internacional World Press Photo en la categoría de Naturaleza.
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