@Vicent Torres / Los promotores de un chiringuito provisional en la costa de Cala Gració han presentado alegaciones al decreto que se les informaba de que no podían comenzar con la actividad hasta que tengan el certificado de final de obra. El Ayuntamiento de Sant Antoni ha confirmado que la empresa entregó la documentación el pasado viernes a última hora.
Ahora será el turno de los servicios jurídicos de la corporación municipal, que deben estudiar el asunto para saber si permiten la actividad del kiosko en el Cap Negret, que recibió luz verde de la Demarcación de Costas, del Govern balear y de Sant Antoni, que a posterior encontró «irregularidades» en el proyecto.
En el último pleno municipal, el alcalde, Pep Tur, aseveró que no podían informar desfavorablemente del negocio, que cumplía con la normativa y que ya tenía un informe positivo de Costas y de la conselleria de Medio Ambiente. Unos días antes fue el conseller Vicenç Vidal quien descargó sobre la Demarcación de Costas la responsabilidad de la apertura del chiringuito. Una patata caliente de la que todas las administraciones huyen, aunque está a pocos pasos de tener licencia de actividad.