EFE / Los empresarios de bares y restaurantes de Ibiza vuelven a cerrar puertas este martes a medianoche por la pandemia de la covid-19 en medio del “desánimo” y la “incertidumbre”, según explica el presidente de la Pequeña y Mediana Empresa de Ibiza y Formentera (Pimeef), Alfonso Rojo.
Las empresas de hostelería y otros negocios afectados, como puede ser los gimnasios, vuelven a la “casilla de inicio” con el cierre decretado por el Govern balear, afirma Rojo, y además sin saber si las medidas se prolongarán más allá de los 15 días decretados por el Govern.
El representante de Pimeef ha advertido que hay “mucho desasosiego y muchos problemas económicos” y que hay empresarios que se están planteando “cosas más serias”.
“Si alguien tiene que cerrar ahora y no consigue negociar el alquiler con el dueño del local, va a tener un problemón, porque evidentemente, llegar ahora mismo a mayo, si estás cerrado, va a ser complicado”, ha dicho, con la mirada puesta en el inicio de la temporada.
Rojo ha insistido en que se presentan momentos “muy difíciles” porque “ya está lloviendo sobre mojado”: “La gente se ha quedado sin oxígeno en los pulmones, hablamos de euros en la cuenta”, ha añadido Rojo.
Sobre las ayudas institucionales a los empresarios afectados, ha asegurado que le consta que desde el Consell y ayuntamientos “se están articulando líneas de ayudas exprés”, que seguramente “no serán muy cuantiosas”, aunque se espera que sean “muy rápidas y dinámicas”.
Aún así, ha insistido que en las Pitiusas hay empresas que desde octubre del año pasado “no han realizado una actividad normal” y que pueden tener que cerrar si no se articulan “medidas de exoneración de impuestos”.
Rojo ha criticado que esta reivindicación reiterada de los empresarios aún no ha encontrado respuesta: “No sé si es un clamor en el desierto, si no tocamos las teclas que tenemos que tocar, o si los representantes políticos de Baleares han hecho entender a los representantes nacionales cuáles son nuestras necesidades”, ha lamentado.
En todo caso, ha lamentado que cualquier empresa está trabajando al 30%, pero no ha podido rebajar al mismo nivel sus gastos, costes de alquiler, préstamos, impuestos o tasas municipales.