Formentera alcanzó el viernes la temperatura más alta de los últimos 43 años: 37,6 grados un 17 de junio. Y esas altas temperaturas también afectan al mar. Así, el agua del mar está demasiado caliente para estas fechas a causa de la larga ola de calor de junio y eso tiene consecuencias graves en la flora y en la fauna marina, indican los expertos.
Por el momento la anomalía de TSM (Temperatura de la Superficie del Mar) en el Mediterráneo occidental es de hasta 5ºC, según advierte CEAM (Meteorología y dinámica de contaminantes). Algo que se puede comprobar fácilmente porque la media de la temperatura marina en un mes de junio en Ibiza es de 22,2 grados mientras que se están alcanzado temperaturas incluso superiores a los 27 grados estos días.
«En su momento, el verano de 2003 [uno de los más calurosos que los ibicencos recuerdan] parecía irrepetible. Ver temperaturas del mar de casi 30°C a finales de agosto… Qué exageración…. Bien, estamos en 2022 y el mar ya va camino de los 27°C antes de llegar a Sant Joan. ¿Hemos entrado ya en una fase de nueva normalidad climática?», se preguntan desde Meteo Illes Balears.
La temperatura del agua hoy en la playa de Talamanca de Ibiza está en los 26 grados y llega a los 27 grados en Ses Salines, según datos de la Aemet, cuando la media de la isla para junio es de 22,2 grados y las máximas que se registran suelen ser de unos 24,5 grados en un mes de junio.
Los océanos absorben el exceso de calor atrapado en la atmósfera por las emisiones humanas de gases de efecto invernadero. El calentamiento progresivo del mar genera tormentas más frecuentes y potentes y, en general, una alteración del clima. Además, una temperatura demasiado elevada afecta a los ecosistemas y altera procesos como el de las migraciones de aves.