El precio de la vivienda, tanto nueva como usada, se encareció en agosto un 3,1 % con respecto a un año antes, y en las islas (tanto Baleares como Canarias), donde ya está un 2 % por encima de sus máximos, la subida escaló al 8,7 %, según los datos difundidos este jueves por la firma de tasación Tinsa.
Tras la subida registrada en Canarias y Baleares, los mayores incrementos del precio de la vivienda se dieron en la Costa Mediterránea (6,6 %), todas estas regiones con un gran componente turístico.
Por su parte, en las capitales y grandes ciudades, así como en las áreas metropolitanas, el pecio de la vivienda aumentó en agosto un 1,8 %, respectivamente. En el resto de municipios el incremento fue del 4,3 %.
Con respecto al mes anterior (julio), el precio de la vivienda a nivel general se mantuvo sin cambios.
Se registraron discretos aumentos intermensuales en la Costa Mediterránea (0,5 %), en las islas (0,4 %) y en el resto de municipios (1,1 %).
Por el contrario, frente al mes de julio, las capitales y grandes ciudades, así como las áreas metropolitanas experimentaron recortes del 0,4 % y del 0,2 %, respectivamente.
Casi un 17 % por debajo de los máximos, que ya se superan en las islas
Con respecto a los máximos registrados entre 2007-2008, el precio de la vivienda está casi un 17 % por debajo. Sin embargo, en las islas su precio supera en un 2 % los valores máximos.
El resto de los grupos se sitúa por debajo de esos máximos. Los que más cerca se encuentran de superar estos máximos son las capitales y grandes ciudades (13,3 % por debajo). Los demás se encuentran a una distancia entre 20 % y 30 %.
Con respecto a los mínimos, el precio de la vivienda está un 41 % por encima.
Donde más se ha encarecido ha sido en las islas, más del 50 %, así como en las capitales y grandes ciudades (48 %).
Según señala Tinsa, en la primera mitad del año se ha observado una tendencia a la estabilización de la demanda en torno a su media histórica, que supone un nivel de operaciones robusto sustentado en la resistencia del empleo y en una leve reactivación de la concesión de hipotecas tras el cese de las subidas de tipos de interés por parte del BCE.
EFECOM