NouDiari / La Asociación de Centros Infantiles de Ibiza ha manifestado su «máxima preocupación» por las medidas que debe adoptar el sector para ofrecer la mayor seguridad a los niños de 0 a 3 años, a las familias y a los trabajadores, y que imposibilitan, según dicen, el regreso a la actividad tanto a nivel sanitario como económico.
La Asociación entiende la necesidad social de que se reinicien los servicios para que las familias puedan conciliar la vida laboral y familiar y, por ello, señalan que están «trabajando para poder empezar la actividad lo antes posible».
«No obstante, existe una preocupación aún mayor, como que las medidas aplicadas son totalmente insostenibles para estas empresas, que se encuentran frente a una grave situación económica y social desde el cierre de los centros, el pasado 16 de marzo, y que se verá agravada ante sus hipotéticas reaperturas.
Poniendo sobre la mesa la situación actual de los centros infantiles en la isla, todos sin excepción afrontan una gran inseguridad después de la decisión adoptada por el Govern Balear de no abrir los centros de los cuáles son titulares cuando, por otro lado, dejar a su criterio la posibilidad de abrir con las restricciones que imponen tanto en número de niños que podrán acoger los centros, como las medidas higiénicas y sanitarias que tendrá que tomar cada escoleta.
«Pensando en la salud y el bienestar de los más pequeños y también en la necesidad de los padres de la conciliación familiar que necesitan y aún más en estos momentos, creemos que la forma en la que se da opción al sector de volver a abrir las puertas es totalmente desacertada. El Govern Balear ha trasladado la responsabilidad a los centros que no son de su titularidad, llevándonos a una situación totalmente insostenible y que, si no cambia, derivará en el cierre definitivo de muchos centros», señala la agrupación de centros de educación infantil de 0 a 3 años de Ibiza.
Asimismo, la agrupación señala que, «lamentándolo profundamente, ningún centro privado de la isla va a abrir sus puertas, incluso alguno las ha cerrado definitivamente».
«Es más, observamos con angustia cómo se puede agravar una crisis social debido a que ningún centro homologado ni no homologado abra puertas. Esto llevaría a un incremento exponencial de la economía sumergida en el sector, exponiendo a los niños a riesgos al dejarlos en viviendas particulares no acondicionadas y sin ningún control sanitario, que sin embargo se nos exige a nosotros», continúa el comunicado.
El sector ya ha hecho llegar al Govern Balear las medidas que son más difíciles de adoptar y que motivarían que los centros sean incapaces de abrir sus puertas sin recibir ninguna respuesta, más allá de las declaraciones realizadas en el día de ayer por parte del conseller balear Martí March. «Aun así no tiramos la toalla y seguimos trabajando y valorando junto al resto de entidades soluciones para poder reabrir puertas en las mejores condiciones de higiene y seguridad, pero también con una fórmula que haga a los negocios económicamente sostenibles».