@Pablo Sierra del Sol /En los últimos años han surgido varios colectivos y asociaciones que miran la realidad de Ibiza desde una óptica feminista y que trabajan para acabar con las desigualdades entre hombres y mujeres. El último grupo en conformarse es Emprendada Feminista, que decidió salir en Nochevieja para concienciar e informar del riesgo que existe de sufrir una agresión sexista en un entorno festivo. Para valorar la situación de la mujer en Ibiza tras un 2018 lleno de acciones reivindicativas, hablamos con Beatriz Torreblanca, presidenta de la Associació de Dones Progressistes, un colectivo que lleva catorce años luchando por erradicar el machismo de la sociedad ibicenca.
Pregunta: Durante el tercer trimestre de 2018 se presentaron 241 denuncias por violencia machista en Ibiza. Casi diecinueve a la semana. Más de dos al día.
Respuesta: Esa cifra solamente nos indica el número de mujeres que se atreven a denunciar. La realidad es mucho más dura de lo que dicen las estadísticas. Personalmente, creo que cada vez se denunciarán más casos de violencia machista. Dependerá de la confianza que tengan tanto las denunciantes y sus entornos en el sistema. Por otro lado, hay que recordar que muchas mujeres han salido de situaciones de violencia machista sin denunciar. Las mujeres somos resilientes en general. Podemos escapar de esos infiernos sin pasar obligatoriamente por la justicia.
¿Puede ser contraproducente presentar una denuncia?
En ocasiones, hay mujeres que pueden abandonar situaciones de violencia sin pasar por la justicia y por la denuncia, pero, en general, hay que denunciar para que se pongan en marcha mecanismos de protección. Esos mecanismos, sin embargo, hay que mejorarlos, igual que la respuesta judicial. Cuando se produce un caso de violencia machista los cuerpos policiales aconsejan denunciar siempre. Pero hacerlo implica un riesgo que hay que valorar antes de dar el paso. A veces, la denuncia intensifica la violencia física o mental que ejerce el hombre maltratador hacia la mujer maltratada y los procesos judiciales son lentos. Por eso, y aunque creo que las denuncias son totalmente necesarias, las mujeres necesitamos otros lugares más allá de una comisaría o un juzgado a los que acudir cuando sufrimos violencia machista. Debemos mejorar y ampliar los servicios y espacios donde estas mujeres puedan informarse y tomar decisiones.
¿Los mensajes que se lanzan desde el activismo feminista pueden banalizar ese riesgo?
Las llamadas al empoderamiento que hacemos los colectivos feministas no pretenden banalizar ese riesgo que comentaba anteriormente sino concienciar a la sociedad de un problema gravísimo. Tan importante como esos llamamientos es escuchar a las mujeres que sufren o han sufrido violencia machista. Son las más cautas a la hora de valorar cómo se debe actuar ante un caso de maltrato. Y la razón de su cautela no siempre es el miedo.
¿Cómo deben actuar las personas que están alrededor de la víctima cuando son conscientes de que se está produciendo violencia machista en una relación?
Lo más importante en un caso de violencia machista es proveer a la mujer de un entorno al que pueda agarrarse y pedir auxilio. La soledad que provoca el maltratador paraliza. En muchos de los casos, el maltratador va cortando todos los vínculos que tiene la víctima con su familia, su círculo de amistades o su trabajo. Durante estas relaciones es muy común que haya rupturas donde parece que todo ha acabado pero la víctima vuelve con su maltratador y eso confunde, harta y genera rechazo en el entorno que está apoyando a la mujer. Esos vaivenes son simplemente parte del proceso, como cuando una persona adicta recae en su adicción pero vuelve a intentar dejarla. No siempre funciona a la primera. Si de verdad queremos ser un apoyo hay que ser incondicionales y dejar claro que estamos ahí. Abandonar solo beneficia la maltratador. Por eso, tenemos que educarnos como sociedad para no dar la espalda ante los casos que nos tocan de cerca. Actuar ante la violencia machista es difícil y complejo. Lo que debemos tener presente es que si entendemos cómo funciona, debemos ser incondicionales para apoyar a una mujer que está siendo maltratada.
Queda medio año para las elecciones. ¿Cómo valoras el trabajo que han hecho las instituciones públicas de la isla durante esta legislatura para luchar contra la lacra de la violencia machista?
El Consell d’Eivissa ha tratado de incluir la violencia machista y otras preocupaciones del feminismo en la agenda política de la isla. Después de tres años y medio de legislatura, yo le pondría un progresa adecuadamente al trabajo hecho por la conselleria de Benestar Social y la direcció insular d’Igualtat, que, no lo olvidemos, se creó en 2015. Desde el nuevo departamento se han organizado multitud de jornadas de concienciación, prevención y reflexión sobre una lacra que sigue matando a decenas de mujeres cada año en nuestro país. Desde los ayuntamientos de la isla nos consta que se están promoviendo cursos y charlas en los centros escolares para reducir el pensamiento machista en las generaciones más jóvenes. La lucha contra el machismo que mata y discrimina es un trabajo a largo plazo. Si cambiamos ciertos paradigmas hoy, recogeremos los frutos dentro de veinte o treinta años.
¿Qué se debe mejorar?
Hay déficits que se deberían solucionar. Para mí lo fundamental es la prevención y, por ello, y muy especialmente, la educación para que se produzca un cambio de valores culturales y sociales. Las asociaciones y colectivos feministas que trabajamos desde Ibiza no nos cansaremos de reivindicarlo. También creo que se debe dotar a la Oficina de la Dona de más recursos económicos y humanos, especialmente en verano. Durante unos meses, la población de nuestra isla se multiplica. Eso crea una realidad compleja donde se producen muchos casos de violencia contra las mujeres. Es en verano cuando tenemos que estar más vigilantes y son esos meses en los que las instituciones públicas deberían estar en disposición de actuar con más rapidez.
¿Los jóvenes ibicencos son conscientes de que el machismo mata? El número de menores de edad denunciados por violencia de género se ha triplicado en España durante la última década.
¿Sabes qué ocurre? Yo soy muy optimista y prefiero ver el vaso medio lleno en temas como este. Me sorprendió gratamente la afluencia de jóvenes a la manifestación que organizamos en Vila el pasado 8 de marzo. Chicos y chicas. Los jóvenes vienen pisando fuerte y no tienen miedo en cuestionar planteamientos patriarcales que estaban muy arraigos en nuestra sociedad. Los testimonios que escuchamos hace unos días cuando nos concentramos para solidarizarnos con la familia de Laura Luelmo y protestar ante un nuevo asesinato machista fueron muy interesantes y, sobre todo, salieron de personas muy jóvenes. Si cada tanto se publican noticias que indican que hay veinteañeros o menores de edad que legitiman el machismo o que combatirlo no está entre sus prioridades es porque el pensamiento patriarcal se ha recrudecido en los últimos años. La agenda antifeminista está muy activa y sus ideólogos y promotores no tienen miedito a decir públicamente lo que piensan. ¿Por qué? La razón es clara: los avances del pensamiento feminista son innegables.
¿Asusta la posibilidad de que partidos como VOX, que niegan directamente esta realidad, puedan entrar en las instituciones de la isla?
Es un miedo positivo que te ayuda a estar alerta. VOX no se esconde: quiere derogar la Ley de Violencia de Género. Repito: derogarla. No modificar algunos artículos o retroceder en algunos puntos concretos: acabar con ella. Tenemos que ser conscientes de lo que costó conseguirla para no perder derechos fundamentales como sociedad.
Explicabas que es esencial escuchar los testimonios, las claves y los consejos que pueden aportar las mujeres que han sufrido violencia machista y consiguieron escapar del infierno. Cada vez son más habituales las mesas redondas con ex maltratadores que tomaron conciencia de sus actos y reniegan de la violencia. ¿Crees que es positivos escucharles?
Por supuesto. Es interesante escuchar a los hombres que se han caído del guindo y se han arrepentido de lo que hicieron. Es un error criminalizar al sexo masculino o negarle la reinserción social a un maltratador arrepentido que haya cumplido con la justicia. No denunciar ni trabajar psicológicamente con el agresor hace que vuelva a la calle y, tarde o temprano, tenga de nuevo otra u otras parejas a las que les haga pasar por lo mismo.
¿Por qué hay hombres que agreden e, incluso, llegan a matar a las mujeres?
El feminismo se lo pregunta desde hace muchísimo tiempo. La violencia es sinónimo de poder. No todos los hombres son agresores o violadores, pero la sociedad en la que vivimos ha creado históricamente un caldo de cultivo que legitima esa violencia. Hasta hace no demasiado tiempo la violencia machista se consideraba un asunto doméstico donde la justicia no debía entrar.
¿Hay que leer la violencia machista también en clave económica analizando fenómenos como la brecha salarial entre sexos? ¿Una mujer que esté en el paro o que tenga un empleo precarizado tiene más papeletas para convertirse en una víctima?
Los datos están ahí: nosotras acumulamos la mayor parte de los contratos temporales y precarios y, encima, es habitual cobrar menos que un hombre que realiza la misma función que tú en una empresa. La dependencia económica de la mujer es un factor que agrava y convierte en crónica la violencia machista. En la precariedad que sufren muchas mujeres incide, además, la brecha salarial que existe entre vosotros y nosotras. En Balears es de un 16,4 por ciento, según los datos que ofreció UGT hace unos meses. En otras comunidades la diferencia de sueldo por hacer el mismo trabajo es aún mayor, pero en nuestras islas, y especialmente en Ibiza, el nivel de vida es mucho más alto. La dificultad para acceder a una vivienda es un condicionante más –a la altura de los hijos e hijas en común– para que una víctima de violencia de género tarde más tiempo o no se decida a abandonar el hogar que comparte con el maltratador.
¿Qué deseos le pides al nuevo año? ¿Ibiza puede ser menos machista en 2019?
Sería utópico pensar que nos levantaremos el 1 de enero [la entrevista se realizó el día de Nochevieja] y se habrán acabado la violencia machista, y las discriminaciones por razones raciales, sexuales, ideológicas, de religión, económicas… No existen soluciones mágicas para que la sociedad ibicenca sea más igualitaria, pero tenemos que seguir trabajando, concienciando y reivindicando los derechos de los colectivos y las personas más excluidas y desfavorecidas.
Este feminismo discrimina al hombre, yo mismo he estado en prisión por una denuncia falsa,la presunción de inocencia se las pasan por las bragas.Luego dicen que las denuncias falsas son el 0,000001.Por ello mi voto a VOX.
Aquet tipus de feminisme radical en també part des problema, home i dona son una dualitat i desde aquet enfocament s’han de pendre ses mesures per que hi hagi igualtat real, ja cansa el haver de demanar perdó per haver nascut hame! Ja n’hi ha prou.
El que no entenc sobre la bretxa salarial és perquè no hi ha dones feministes empresàries que comencin a contractar dones que cobrin tant com els homes. S’emportarien les millors treballadores de la competència només fent l’esforç de pagar-les un salari just.