@Noudiari/Las reservas hídricas de diciembre se mantienen en el 58% —se incrementan un 1% en Mallorca y Menorca y se sitúan, así, en el 58 % y en el 61 %, respectivamente.
En cuanto a precipitaciones, de acuerdo con los datos del AEMET, diciembre ha sido un mes húmedo en Menorca, normal en Mallorca y seco en las Pitiüses. La precipitación acumulada en el último año muestra un déficit de lluvia del 12 % en Menorca, del 43 % en las Pitiüses y un superávit del 6 % en Mallorca.
Aún así, desde Medi Ambient confían en que en enero se sigan almacenando recursos y que las dos unidades que actualmente están en situación de prealerta entren en situación de normalidad. Estas dos unidades que están en prealerta son la de la Serra de Tramuntana y la de Manacor-Felanitx, aunque están muy cerca de la situación de estabilidad. Con respecto al resto de unidades de demanda, todas presentan una subida en los resultados a excepción de la de Formentera. La situación es, así, mejor que la de diciembre de 2016 y mucho mejor que la de diciembre de 2015.
Nueva fórmula de cálculo
Esta es la primera vez que se calcula el índice de sequía desde que el pasado 20 de diciembre entró en vigor el Plan Especial de Actuación en Situaciones de Alerta y Eventual Sequía de las Illes Balears (o Plan de Sequía). El índice se calcula por zonas o unidades de demanda, delimitadas en función de los acuíferos y las infraestructuras de gestión existentes. Hasta ese momento se utilizaban las unidades de demanda y el índice de sequía delimitados con criterios administrativos, según lo previsto en el Plan Hidrológico de las Illes Balears vigente.
Con el nuevo Plan de Sequía las unidades de demanda se han delimitado con criterios hidrogeológicos (técnicos) y se han mejorado los indicadores utilizados para el cálculo del índice de sequía, de modo que se ha pasado a tomar medidas en 90 puestos de control ante los 45 utilizados hasta ahora. Además, se ha previsto una unidad de demanda en Formentera, que antes formaba parte de la misma unidad que Ibiza. Como resultado, hay más indicadores y más unidades de demanda, lo cual permite localizar con más precisión las zonas en situación de sequía.
El Plan de Sequía establece las actuaciones que tienen que realizar los diferentes actores implicados en función del valor del índice de sequía, con el objetivo de minimizar los efectos de la sequía sobre la población. A pesar de que la elaboración de los planes de sequía se prevé en la normativa desde el año 2001 y que las situaciones de sequía son habituales en el clima mediterráneo, es la primera vez que la comunidad autónoma dispone de un plan de gestión de sequías.