@Noudiari/ La mala gestión del agua y la sequía extrema que está azotando a las Pitiüsses no debería ser una novedad. Pero esto se agrava cuando se miran los datos de las reservas hídricas. Según los datos publicados por el Govern balear, las reservas hídricas en Eivissa se encuentran al 29 por ciento de su capacidad. Uno de los datos más bajos registrados en la última década junto al 25 y 24 por ciento registrados en julio y agosto del pasado año, respectivamente.
Por contra, a finales de 2005 y principios de 2006, estas reservas hídricas se encontraban en su máximo esplendor con porcentajes que llegan al 88 y al 93 por ciento, porcentajes que quedan muy lejos de los de ahora.
En el caso de Formentera, la situación no es mucho más óptima a pesar que se encuentran al 39 por ciento de su capacidad. En febrero de ese mismo año se encontraban aún con índices más bajos (31 por ciento) mientras que en febrero de 2012 las reservas hídricas se encontraban al 22 por ciento de su capacidad.
Por contra, fue a finales de 2014 cuando se alcanzó las cifras más optimistas con un 86 por ciento de su capacidad.
Desde la plataforma SOS H2O recuerdan que la situación es «muy grave» y hacen un llamamiento a la ciudadanía, «ya que todo el mundo puede aportar». «El ahorro y la buena gestión empieza en nuestra casa, en nuestra actividad laboral o empresarial, así como informando de escapes o denunciando malas prácticas». De hecho la plataforma cuenta con un correo (sosh2oeivissa@gmail.com) para recoger todas estas incidencias.
A Eivissa el que cal és menys turisme i de més, de molta més, qualitat. Cal mantenir uns nivells acceptables de creixement i de benestar per als eivissencs residents, assegurar els llocs de feina per a la gent que hi viu i generar riquesa per continuar creixent i reinvertint en la illa. Però no cal que aquí tothom vingui a omplir-se le butxaques, ni generar llocs de feina per a gent que no hi viu ni paga impostos aquí i que marxa quan ja han espremut la mamella. Això és sobrexplotació dels recursos (no hi ha ni aigua) i del territori, i a sobre encareixen el nivell de vida de les classes mitjanes i baixes que a males penes poden substitir i tenir una vida digna. Ja prou, idò, d’aquest sense sentit.
La mitad del agua se pierde antes de que llegue al grifo