Las serpientes que han invadido Ibiza están aprendiendo a alimentarse como sea. Si hasta ahora lo más común era verlas reptando por la tierra, alimentándose de sargantanas y ratones, ahora ya empieza a ser habitual observarlas en las alturas, buscando alimento entre las vigas y paredes altas de las casas ibicencas. De ello advierte Dean Gallagher, conocido voluntario en la caza de serpientes y divulgador del peligro de esta plaga y de la importancia de conservar la lagartija autóctona.
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Las víctimas de esta nueva modalidad de caza con los geckos, conocidos también como salamanquesas y dragones, que viven y se guarecen entre vigas y en las zonas altas de las casas.
Una imagen vale más que cualquier teoría y, así, en esta fotografía de Rafa, un vecino de Jesús, cedida por Dean Gallagher a Noudiari, podemos ver a una serpiente de gran tamaño colgada de una viga y engullendo un gecko,
«Nuestras lagartijas están en grave peligro de extinción y nuestro ecosistema ya está sufriendo. La Tarentola mauritanica (gecko), que antes estaba bastante a salvo de las mandíbulas de la culebra de herradura, ahora ve sus santuarios elevados tan vulnerables como los muros rocosos a nivel del suelo donde las sargantanas vivían en abundancia… Ahora, trágicamente, vemos muchas menos en la mayoría de los lugares de la isla», explica Gallagher que llama la atención sobre un hecho añadido: la foto esta tomada en febrero, un mes en el que se supone que las serpientes están en hibernación y no tan activas en caza.
«A medida que nos acercamos al final de febrero, han surgido algunas sorpresas, así como también ciertas cosas que predije hace años respecto a la continua lucha contra la invasión de serpientes en Ibiza», ha añadido Gallagher en una publicación en redes sociales para concienciar sobre el problema y que ha querido hacer llegar también a este medio para aumentar la difusión.
«Afortunadamente, cada vez más residentes se están implicando, y gracias a nuestros esfuerzos combinados, hemos logrado algunos avances en la captura de estas serpientes invasoras, aunque la lucha está lejos de terminar», alerta.
Y es que remarca que las culebras son muy adaptables a su entorno e incluso están cambiando sus hábitos alimenticios. «Su búsqueda de proteínas se está desplazando hacia las alturas, alcanzando áreas que antes estaban a salvo de estas voraces criaturas, lo que está desmoralizando tanto a los cazadores de serpientes más dedicados como a los voluntarios», añade.
«¿Por qué nos molestamos? ¿Cuánto tiempo llevará acabar con esto?, se preguntan algunos. El problema es que si no hiciéramos lo que estamos haciendo, la situación —sin lugar a dudas— sería horriblemente peor. Es un hecho», remarca.
«Las administraciones públicas, los ayuntamientos, Cofib, etc., están haciendo lo posible, al igual que las ONG voluntarias como Amics de la Terra, Gen-Gob, Institut d’Estudis Eivissencs, entre otros (perdonadme si olvido a alguien), así como Timotheus Freytag e IbizaPreservation, que continúan haciendo un trabajo maravilloso», aplaude Gallagher.
«La realidad es que necesitamos más ayuda… Con la floración de los almendros y los primeros indicios de la primavera en nuestra hermosa isla, los reptiles —y, trágicamente, las serpientes— volverán a aparecer», advierte sobre este momento del año (la primavera) en el que salen a la luz animales que estaban en periodo de hibernación.
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Gallagher está en proceso de organización de algunos eventos benéficos en colaboración «con la buena gente de esta isla«, «Estoy buscando espacios para celebrar estas actividades divertidas pero importantes. ¡Cuantos más, mejor!», anuncia
«Si conseguimos construir cientos de trampas más, formar y educar a voluntarios, así como brindar apoyo continuo a los residentes de la isla, podremos seguir avanzando», concluye.
Aicarai, si no voleu fer servir la paraula «salamandra» perquè no vos sembla prou «cool», podríeu emprar es nom local: «dragó».