@Vicent Torres / Algo no le cuadraba a Laura Ferrer Arambarri (Marín, 1975) cuando veía algunos de los anuncios que aparecían en televisión durante la década de los años 80 del siglo pasado. Era una niña y todavía no era capaz de discernir la sutileza con la que una sociedad patriarcal transmitía algunos de sus valores más retrógrados y casposos. Pese a la devoción que tenía por estos pequeños audiovisuales -enfocados a vender escobas a ellas y escopetas a ellos- no podía evitar sentir rechazo: “Decía que no quería casarme para no coserle los calcetines a mi marido”. La gallega, que durante los últimos 18 años ha trabajado en la isla para las redacciones de Diario de Ibiza y Última Hora, vuelve a Eivissa para impartir la charla ‘Aprender a mirar. Sexismo en la publicidad’ en los institutos Isidor Macabich, Sa Colomina y Santa María.
Pregunta: ¿La publicidad es sexista?
Respuesta: La publicidad en general, sí. Aunque ha experimentado una evolución muy positiva desde los años 50 y 60 en este sentido. Muchos colectivos se han dedicado a detectar y a denunciar este tipo de anuncios. Ha cambiado la conciencia social: la mujer ya no está en la cocina y los estereotipos que la encasillan allí nos chocan mucho más. Hoy en día, un mensaje así nos produce repelús, pero esto no significa que la publicidad no siga siendo sexista. Es más sutil en algunos casos y muchos se escudan detrás del humor. Se hacen muchos anuncios aparentemente humorísticos que son un pozo de sexismo.
P: Es como el chiste que llega por Whatsapp.
R: Exacto. A los alumnos les enseño un anuncio de Mercedes-Benz de otro país en el que, a través del humor, se mantiene el estereotipo de la rubia tonta y la chica lista fea. Es tremendo porque es un estereotipo de abecedario. Detrás del humor se esconden muchos mensajes sexistas.
P: La publicidad de otros países nos choca muchas veces en este sentido. En Estados Unidos son más agresivos. Un anuncio de Dolce&Gabbana también generó mucha polémica.
R: Este es otro de los que tengo en las diapositivas. Lo hemos analizado. La moda muchas veces busca el impacto y la polémica. Hay anunciantes que utilizan tópicos sexistas porque saben que van a generar polémica. Cada vez son menos porque se está volviendo en su contra. Los anuncios de AXE en su día se han vuelto en su contra, pero lo utilizaban de una manera totalmente voluntaria. Los anunciantes no son tontos, lo hacían para provocar, pero lo han dejado de usar porque les generaba un efecto contrario.
P: ¿Algunos lo han utilizado por ignorancia?
R: Hay de todo. La ignorancia también era uno de los factores y lo demuestra que se ha evolucionado. Al anunciante le pasa igual que a todos: cuando conoces las claves aprendes a discernir. Educas la mirada. El problema está cuando no eres consciente, ya que estás interiorizando estos mensajes sexistas. Hay muchos creativos que están haciendo pedagogía con las marcas para que no suceda.
P: Y la publicidad también tiene mecanismos de regulación como Autocontrol.
R: Auntocontrol es voluntario, pero hace un trabajo magnífico. Después están las instituciones públicas que, mediante el Institut Balear de la Dona, por ejemplo, están haciendo una labor muy interesante a la hora de detectar y denunciar este tipo de prácticas.
P: ¿Las instituciones deberían ser mucho más contundentes? ¿Deberían dejar de invertir dinero público, por ejemplo, en empresas que aprovechan la prostitución para ganar dinero?
R: Es muy complicado, pero poco a poco deberían ir hacia allí. Tendrían que serlo porque hay que ser coherentes al máximo, no tiene ningún sentido poner una publicidad de las campañas del Dia de la Dona en un medio de comunicación que anuncia a clubes de alterne con sentencias firmes por trata de blancas. No son presuntos, si no condenados. El cambio no se hará de un día para otro, pero tiene que suceder.
P: También hay que invertir más en educación. Para que una publicidad sea efectiva debe existir un telespectador, lector o oyente que no la perciba como negativa y la rechace.
R: Hay que educar la mirada a través de todo lo que se pueda hacer al respecto.
P: En los últimos años han salido estadísticas preocupantes que reflejan un aumento de la violencia de genero y conductas machistas entre los adolescentes. ¿Cómo se ha encontrado a los ibicencos en este primer día? [N. del R. La entrevista se llevó a cabo el lunes tras la primera de las charlas en el IES Isidor Macabich]
R: Me he encontrado unos chavales fantásticos, tanto ellas como ellos. Han dado un montón de claves sobre las imágenes que hemos proyectado. Hay una gran concienciación y los adolescentes de Eivissa nos sorprenden en este sentido. Los medios de comunicación dan una imagen negativa de los chicos y chicas porque siempre salen los sucesos, los abusos sexuales y las violaciones. Evidentemente, son cosas que existen y hay que trabajarlas, pero mi experiencia me dice que están muy concienciados y que ven clarísimos los estereotipos y las situaciones de dominación del género masculino frente al femenino. En comparación con mi generación están mucho mejor.
P: ¿Cómo te gustaría salir de estas jornadas?
R: Lo más importante es que quede clara la idea de que el sexismo muchas veces no es tan evidente, que aprendan a ver ciertos mensajes más sutiles. Para mí sería genial si después de estas charlas se paran a analizar en su casa el próximo anuncio que vean y que pueda ser sexista. Sería lo ideal.
P: O que si les llega un ‘meme’ por Whatsapp no lo redistribuyan.
R: Exacto, no hablamos sólo de publicidad. También ponemos ejemplos de ‘memes’, tuits… Que no contribuyan a esparcirlo sería muy bueno. Para mí lo más interesante sería que aprendieran a mirar y que establezcan debates y hablen sobre ello.
P: ¿Cuándo te diste cuenta de que la publicidad era sexista?
R: Mi relación con la publicidad es un poco loca porque me encanta ver anuncios. En los años 90, en España se hicieron anuncios buenísimos desde el punto de vista creativo. Eran maravillosos. Creo que se ha perdido bastante. Desde pequeña me interesaron mucho y siempre me había llamado mucho la atención el rol de la mujer en los concursos, las azafatas… El paso por la Universidad fue importantísimo. Cuando teorizas un poco más sobre el patriarcado te das cuenta de qué era lo que había detrás de esa publicidad que te chirriaba.
P: En algunos casos sólo eres consciente que una conducta que entiendes como normal es machista cuando alguien te lo dice.
R: Claro, por eso es tan importante la educación. Muchas mujeres les pasa lo mismo. Yo también he evolucionado positivamente hacia el feminismo en las relaciones con los chicos. Ha sido radical. Tuve una educación católica muy estricta y tenía relaciones nada positivas con los chicos porque adoptaba una posición de sumisión.
P: Ahora está en la agenda de los medios de comunicación la brecha salarial y las desigualdades que existen entre hombres y mujeres en los cargos de mayor importancia dentro de las empresas. ¿Eres optimista?
R: Soy optimista porque está el tema sobre la mesa y ya es mucho. Siempre se empieza por aquí. Pero dudo que se vaya a solucionar a corto plazo. Las empresas no son transparentes y sin conocer exactamente los sueldos que se pagan es imposible. Los salarios tendrían que ser públicos, ya que muchas veces los hombres consiguen más compensaciones por el mismo trabajo que una mujer. Una cosa es lo que marcan los convenios y otra lo que se paga realmente.
P: ¿Estamos en un momento hipersensible en el que cualquier botella de alcohol en un anuncio se interpreta como un elemento fálico?
R: Se están confundiendo las cosas. Hay colectivos que confunden la defensa del feminismo con una especie de censura. Una cosa es retirar una obra de arte porque atenta la sensibilidad de alguien por motivos políticos y otra muy distinta es denunciar el sexismo en la publicidad. Me duele que se confunda el defender la dignidad de las mujeres y que se utilice el cuerpo femenino para vender cualquier cosa con la censura.
P: ¿Cómo te sientes cuando sale una azafata de MotoGP diciendo que trabaja de forma voluntaria y que no es sexista?
R: No me agrada. Tiene libertad para opinar lo que quiera, pero hay que ir mucho más allá. Es preocupante que la gente lo analice todo desde el yo y desde su experiencia personal. Tú tienes derecho a ser azafata de una carrera de motos, pero intenta pensar qué imagen estás dando a una niña de ocho años que está viendo por la tele el evento. ¿Qué le estás transmitiendo? Hay que pensar qué le pasa a la sociedad en la que vives.
Muy buena la entrevista y la entrevistadora entrevistada.
Creo que muchos medios de comunicació buscan precisamente el impacto y la polémica, tanto en sus titulares, como en la información de las noticias.
Gracias por el comentario, lamentablemente es como dices. El impacto por el impacto. Un abrazo.
Enhorabuena Laura.
¡Hola Ángel! Gracias por tu comentario… ¿eres mi compañero de clase de los Padres Paúles? Un abrazo en todo caso.