@Noudiari / Los barrios de Dalt Vila y la Marina han vivido una de sus jornadas más multitudinarias. La procesión del Viernes Santo ha reunido a su paso a centenares de ibicencos y visitantes, que se han emocionado, vibrado o simplemente han contemplado con interés desigual su desarrollo.
La bonanza del clima y el tímido inicio de la temporada turística ha favorecido la conmemoración de la muerte de Jesucristo.
Una a una, hasta las doce de la noche aproximadamente, han desfilando todas las hermandades de la ciudad, cada una con sus correspondientes imágenes y enseñas y su pequeña legión de files. Algunos portaban a sus bebés en brazos o en cochecito, otros, pocos, iban descalzos.
Por otra parte, en Santa Eulària se vivió también otro fervoroso capítulo de la Semana Santa ibicenca. Las cofradías de la parroquia desfilaron también entre el no menos multitudinario público congregado a lo largo del recorrido con ida y vuelta al Puig de Missa.
Un any més un poc vergonyós haver de escoltar a sa nostra illa saetas enmig de sa processió de divendres sant i també alguns comportaments de determinades cofradies que haurien d’entendre que no estam a Sevilla ni a Granada i haurien de fer un esforç per adaptarse a ses costums locals……..
No siguis així, home, pensa que tot es soluciona gràcies a la bellesa i solemnitat dels legionarios desfilant. Els eivissencs hauríem de donar-lis les gràcies a Millan-Astray per haver-los creat.
Si, llástima