NouDiari / El Confidencial ha tenido acceso a los borradores diseñados por el Instituto para la Calidad Turística Española en los que se están plasmando las medidas de seguridad e higiene que deberán cumplir los hoteles para poder abrir sus puertas a mes y medio del comienzo del verano.
Así, como revele este medio, las líneas maestras de este documento están pendientes del visto bueno del Ministerio de Sanidad para que todos los empresarios puedan empezar a prepararse. «Varían en función del tipo concreto de establecimiento, pero tienen como tónica general dejar gran parte de la responsabilidad en las espaldas de cada empresario, al basarse en recomendaciones muy genéricas», apunta El Confidencial.
Cada establecimiento deberá contar con un comité de gestión o riesgos y un plan de contingencia, dos pilares sobre los cuales se diseñará la hoja de ruta básica para el uso de EPI, reparto de responsabilidades y formas de actuación en caso de darse algún caso de infección, entre otros aspectos. En el caso de los hoteles, se recomienda organizar el trabajo en grupos formados siempre por las mismas personas y tratando de respetar al máximo las distancias de seguridad, mientras que en todos los casos se defiende disponer de termómetros sin contacto y se deja la puerta abierta a la realización de test. Estos son, según adelanta este medio, algunas de las nuevas obligaciones del sector hotelero.
Asimismo, para evitar contagios, se propone evitar saludos y estrechar manos en la recepción de los clientes, fomentar el constante lavado de manos, contar con soluciones hidroalcohólicas por todo el establecimiento y sus exteriores, usar papeleras con apertura no manual, evitar compartir equipos de trabajo entre la plantilla y, si se trata de puestos compartidos, desinfectarlos cada vez que se usen.
Además, los empleados no podrán llevar pendientes, anillos o similares, deberán recogerse el pelo, y lavar diariamente la ropa de trabajo. En el caso concreto del personal de limpieza y mantenimiento, deberá llevar como mínimo mascarillas y guantes, aunque se recomienda también gafas y mandil desechable; mientras que el personal de sala también debe portar mascarilla siempre que no sea posible mantener la distancia de seguridad con el cliente, según publica El Confidencial.
Por otro lado, indica también que el nuevo reglamento prevé que el servicio de transporte de equipaje «deberá realizarse con guantes desechables o desinfectando las asas de las maletas con toallitas; el de animación deberá diseñarse con control de aforos y uso de mascarillas; los cuidadores de niños y zonas infantiles deberán extremar todas las medidas de higiene; los camareros habrán de llevar guantes y mascarillas para el servicio de habitaciones y se propone evitar el aparcamiento de los coches de los clientes».
Buffet
«Dentro de las diferencias que existen en función de si se trata de un hotel, alojamiento rural o albergue, en todos los casos se busca que los clientes manipulen el menor número posible de elementos. De ahí que se proponga reducir al mínimo los elementos decorativos y las atenciones en las habitaciones, eliminar equipamientos de uso común (vinagreros, saleros, máquinas de bebidas) en los restaurantes y el minibar de las habitaciones si no puede garantizarse la limpieza entre clientes».
En los hoteles que ofrecen buffet «se deben implementar fórmulas como, por ejemplo, buffet asistido con pantalla de protección, a través de emplatados individuales y/o monodosis tapados (también con pantalla de protección), etc.», describe el borrador; mientras que en los alojamientos rurales se apuesta por dar servicios de restauración en el exterior.
El Confidencial avanza también que «en todos los casos, se apuesta por fomentar el ‘pre-cheking online’, la colocación de alfombras desinfectantes a la entrada de los establecimientos, el pago con tarjeta y posterior desinfección de la TPV, respetar las distancias de seguridad con marcadores de distancia y el correspondiente control de aforos, ventilación constante de todas las instalaciones, lavado de todo el textil tras cada cambio de clientes, recepción de mercancías por un acceso propio y desinfección de todo lo que se reciba».
Baños y ascensores
En los baños comunes deberá haber secadores automatizados, no toallitas aunque sean desechables, y papeleras con tapa y apertura no manual. También se aboga por el uso de ozono para la desinfección de textiles y por revisar el sistema de aire acondicionado periódicamente, prestando especial atención a la limpieza de filtros y rejillas. Con variaciones de un tipo de establecimiento a otro, en líneas generales, se propone evitar los usos de cartas y menús, así como de folletos turísticos, y, si se utilizan, deben desinfectarse tras cada uso.
Para utilizar el ascensor, resume El Confidencial, además de limitar la capacidad máxima, se aplicará la norma de no compartirlo entre personas de diferentes familias o grupos, salvo que se haga uso de mascarillas; las zonas de recreo infantil deberán someterse a las recomendaciones de las autoridades sanitarias y, aunque puedan reabrirse, deberán extremar las medidas de seguridad; mientras que el uso de piscinas deberá condicionarse a los resultados del informe científico solicitado sobre comportamiento del covid-19 en el agua.
Además, en los albergues se recomienda dejar plazos de reposo en el uso de las camas entre clientes y, en todo caso, se debe garantizar su limpieza y desinfección, contar con solución hidroalcohólica y alfombras desinfectantes en el acceso a las habitaciones. En aquellas que sean de uso compartido, se debe tratar de asegurar la distancia de seguridad entre camas ocupadas y, si no es posible, disponer de una barrera de protección de fácil limpieza y desinfección; instar a los clientes a hacer sus propias camas, sin tocar las ajenas; y contar con algún tipo de armario o estantería para guardar los zapatos de los clientes fuera de las habitaciones.