La Asociación de Constructores de Baleares ha advertido hoy de que en las islas se deberían construir 7.000 viviendas al año para equiparar la oferta y la demanda, cuando actualmente se construyen unas 3.560 viviendas anuales.
Así lo ha informado la directora general de la Asociación de Constructores de Baleares, Sandra Verger, en una rueda posterior a la asamblea de la entidad para repasar la actividad del sector en 2022 y plantear las previsiones del sector para este año.
Durante su intervención, Verger ha insistido en que en Baleares hay un déficit de 20.000 viviendas.
Verger también se ha referido a la falta de trabajadores en el sector de la construcción y ha hecho un llamamiento «desesperado» para encontrar a mano de obra cualificada, así como para introducir a la mujer y a los más jóvenes en esta actividad.
En Baleares se han visado 3.560 viviendas, «solo un 3% más que en el 2021», advierte la portavoz del sector, que ha explicado que en el año 2007 se visaban 15.000 viviendas anuales «y llevamos desde el 2009 (13 años) sin llegar a las 4.000 anuales».
«Deberíamos estar construyendo del orden de 7.000 viviendas al año para poder igualar oferta y demanda. Recordemos que tenemos un déficit actualmente cifrado en 20.000 viviendas. Según el INE, para 2037 la población en las Islas se habrá incrementado en 350.0000 personas más», ha añadido.
A pesar de que no se construye al ritmo pre-covid, Verger ha explicado que en las Pitiüses «se registra un crecimiento notable de la vivienda con un 55% gracias a nuevas promociones de plurifamiliar en Sant Josep y Sant Antoni»,».
La mayor parte del presupuesto es para viviendas unifamiliares que aumentan un 15% en número de unidades. En total, se visaron en Ibiza y Formentera 825 viviendas mientras que en años precrisis se superaban las 2.000.
VPO, positivo pero insuficiente
Los constructores han valorado la puesta en marcha de promociones de VPO del Ibavi «a diferencia de décadas pasadas cuando durante años no se construyó ni una sola promoción de vivienda pública«. «A pesar de todo, resulta insuficiente para atender la demanda actual y además se dirige al segmento con menos recursos de la población, mientras que el grueso de los ciudadanos, siguen sin poder acceder al mercado actual», alertan.
«Por eso es imprescindible la colaboración público-privada para ceder suelo público y hacer más vivienda social», destacan.
Turismo: Inversión estancada
Las cifras de inversión en infraestructuras turísticas son casi idénticas al 2021 con un ligero repunte del 0,11%. «Sube en Mallorca y notablemente en Menorca con un 87%. En Ibiza cae un 39% después de un 2021 con récord de inversión. La moratoria turística para nuevas plazas puede ya notarse durante este año 2023 con un descenso de los proyectos visados», afirman.
Licitación: Aumento por año preelectoral, pero se disparan las obras desiertas
A pesar de la subida en un 38% de la licitación de obra pública, «se siguen sacando concursos públicos sin los precios actualizados lo que ha repercutido en un hecho histórico: desde el año 2022 hemos contabilizado más de 100 licitaciones desiertas por un valor superior a los 90 millones de euros», alertan los constructores.
«Esto, sumado a la negativa de las administraciones, principalmente ayuntamientos, a tramitar las solicitudes de revisión de precios, ponen en peligro la ejecución de obras con fondos europeos», advierten.
Previsiones para este 2023
Los constructores han lanzado sus previsiones para este 2023 en el que hacen «una llamada desesperada del sector por la falta de mano de obra cualificada y sin cualificar. Muchas empresas podrían asumir más obras si pudieran aumentar sus plantillas».
«Es imprescindible potenciar la formación y una colaboración directa con el SOIB para recualificar e incentivar la incorporación de personas trabajadoras. No entendemos como en un país con tres millones de parados, la mayoría de sectores no pueden encontrar trabajadores/as», afirman.
En lo que respecta a la actividad general del sector, creen que se va a mantener en cifras similares al 2022 pero con dificultades. «La inseguridad inversora por la alta inflación, subida de tipos y dificultad en el crédito, el precio de los materiales y la falta de mano de obra, vaticinan una tormenta perfecta para poder ejecutar las obras durante este año«.
Además, aseguran que la falta de suelo se ha agravado más con la desclasificación de urbanizables, decretos urbanísticos más restrictivos y desarrollos de suelos urbanizables ya programados en suspenso.
La rehabilitación también resulta cara por el elevado precio que ya soporta la vivienda de segunda mano.
Y concluyen: «El acceso a la vivienda en Baleares se agravará todavía más si no ponemos solución ya. Las fuertes previsiones de incremento de población del INE en años futuros, mientras se sigue construyendo muy poca vivienda y cara, nos conducen a ello. Es necesario un gran pacto de estado a largo plazo y una estrecha colaboración público-privada para evitar una quiebra total del acceso a la vivienda».
Redacción / EFE
Si a la nostra illa, on es venen els pisos i cases més cars de tot el mon paguen misèries als treballadors, normal que no en trobin. Que paguin en funció del preu de la construcció i trobaran treballadors. El què és ridícul és que algú treballi construint cases i no tingui ni per comprar-se’n una.
Pues deberían empezar la casa x los cimientos y no x el tejado en esta Isla solo se construyen villas, igual deberían de empezar a construir pisos para poder tener trabajadores y no pisos como los que se construyen en la actualidad de 50m x 230’000€