El grupo ecologista GEN-GOB ha salido al paso de las declaraciones de responsables políticos autonómicos, insulares y municipales que han avanzado estos días la posibilidad de la construcción de una cuarta desaladora de agua de mar en Ibiza como respuesta al incremento de demanda por aumento de población y de turistas y por la situación de sequía de la isla.
Y se preguntan: «¿Para qué o para quién es la construcción de nuevas desaladoras? ¿Para pagar entre todos el agua que malogran administraciones, usuarios y turistas, residentes de segundas residencias y chalés con piscina? Incomprensiblemente, siempre se ponen los intereses económicos inmediatos y de una minoría por delante el interés general y de la sostenibilidad».
En este sentido, los ecologistas califican de «auténtica irresponsabilidad» construir una cuarta planta en Ibiza. «Los costes económicos de explotación de las plantas desaladoras son enormes y consumen combustibles fósiles», alertan.
Recuerdan que Ibiza está en prealerta por sequía y que Formentera se encuentra ya en situación de emergencia pero que incluso ante esta realidad «las administraciones, lejos de buscar soluciones para recuperar los acuíferos y cumplir con su deber social y con la Directiva Marco del Agua», apuestan «por el crecimiento continuado y la desalación de agua de mar».
Echan en cara a las administraciones que no están haciendo lo suficiente para reducir las pérdidas en las redes de distribución en todos los municipios (solo en Sant Josep en 2022, se perdió un 32% del caudal suministrado), que no apuestan por la reutilización de las aguas depuradas (el 48,9% del total de las aguas tratadas a las EDAR de Ibiza el 2022 tenían una depuración deficiente) y que esto implica separar las pluviales de las redes de saneamiento y evitar la entrada de aguas marinas al alcantarillado.
Estas últimas semanas el Govern balear ha anunciado que antes del verano de 2025 se habrán iniciado las obras de ampliación de la planta desaladora de Santa Eulària y también ha avanzado el compromiso de construir una cuarta planta desaladora en la isla de Ibiza a petición de los alcaldes de Sant Josep y de Sant Antoni. A juicio del GEN, estas ampliaciones y la nueva planta se utilizarán para desbloquear nuevos crecimientos urbanísticos en todos los municipios y ponen como ejemplo el proyecto urbanístico de Ca n’Escandell, en Ibiza.
«Las desaladoras existentes se tienen que considerar como una solución provisional, nunca como un punto de partida hasta un nuevo crecimiento de la demanda provocada por la incompetencia de nuestros gobernantes», lamentan.
«Parece que cuando anualmente políticos, empresas y medios de comunicación nos presentan los incrementos en los datos de ocupación turística, los números de visitas de cruceros y aviones llegados a la isla nos tuviéramos que alegrar todos. Cpmo si la elevada presión a que sometemos la isla y a sus habitantes, tanto residentes como turistas, fuera sencillamente un efecto colateral al que estamos obligados para mantener nuestra calidad de vida», reflexionan y alertan de que la realidad es precisamente la contraria: «Nadie disfruta del estrés provocado por espacios e infraestructuras mal gestionadas y actualmente colapsadas (incluidas depuradoras y desaladoras) y por recursos naturales (como los acuíferos) sobreexplotados».
«Nadie habla de decrecimiento como una parte fundamental e ineludible de la solución, ni tampoco de los graves problemas que provocan los vertidos de las plantas desaladoras. Solo hay que poner atención a los trabajos del doctor Esteban Morelle-Hungría, el cual ha estudiado bien el impacto de la salmuera en la posidonia y ha podido concluir que a mayor número de desaladoras, menos posidonia quedará. Todo ello nos parece inaceptable y el GEN-GOB rechazará la construcción de nuevas desaladoras. Incluso, la ampliación de las ya existentes», añaden.
«Si queremos garantizar la calidad de vida de los habitantes y conservar el medio natural y la biodiversidad de un determinado territorio, más todavía si se trata de una isla de pequeñas dimensiones, es imprescindible establecer un equilibrio entre los recursos disponibles y el uso que se hace de estos», alertan. En Ibiza, afirman, «el equilibrio hace décadas que se ha roto. Aquí, la falta de planificación; la escasa, cuando no nula gestión, y el descontrol de las administraciones públicas está conduciendo la isla al suicidio, al colapso ambiental y social».
Así es …una gran irresponsabilidad. En este sentido, ¿este grupo va a denunciarlo o a llevar a cabo algún tipo de acción para evitarlo? También es una gran irresponsabilidad la construcción indiscriminada de emisarios, etc. que van asociados a todas estas infraestructuras.