La Federación de Asociaciones de Padres de Ibiza (FAPA Ibiza) ha emitido un comunicado en el que valora «muy negativamente» que la Conselleria de Educación del Govern balear vaya a sustituir a los educadores sociales por profesores técnicos de servicios a la comunidad (PTSC). «Consideramos que son perfiles profesionales diferentes y que tienen que trabajar complementariamente», explican.
FAPA Ibiza recuerda que en 2017, la Conselleria de Servicios Sociales y Cooperación de Baleares, subscribió el acuerdo de colaboración con la Conselleria de Educación y Universidad para la implantación del programa TISOC (personal técnico en intervención socio comunitaria) en los centros públicos de educación secundaria de Baleares, mediante la inclusión de la figura profesional del educador o educadora social. Pero de cara el curso próximo la Conselleria ha anunciado que tiene que prescindir de estos profesional porque el convenio ha acabado y no puede continuar con el programa TISOC.
Desde la FAPA Ibiza piden al Govern la continuidad de la tarea de los educadores sociales en los centros educativos donde ya se desarrollaban y su introducción en todos los centros de secundaria, «ya que son imprescindibles para favorecer el éxito educativo y la igualdad de oportunidades para el alumnado socialmente más desfavorecido y vulnerable», explica su presidente Pepita Costa Tur.
En este sentido, proponen que la administración educativa establezca de forma permanente planes de colaboración o convenios entre los centros educativos y los servicios municipales, con el apoyo económico de la Conselleria de Bienestar Social, concretados específicamente en la figura de los educadores sociales.
En su escrito, la Federación recuerda que los objetivos del programa TISOC era mejorar la convivencia, reforzar la colaboración entre los centros educativos, las familias y la red comunitaria, especialmente en los casos en que la situación familiar afectara de manera inadecuada el desarrollo del alumno o alumna, prevenir el abandono escolar, coordinar los recursos socio-comunitarios que se encuentran en el entorno del centro educativo para colaborar en el proceso preventivo y asistir al alumnado con problemas y conflictos, en definitiva, ayudar en el proceso de convivencia, socialización y desarrollo personal del alumnado socialmente más vulnerable.
«Desgraciadamente, la escuela de cada vez tiene que dar respuesta a problemas que no tienen el origen dentro de ella, pero que sí se manifiestan a su entorno, por eso consideramos que el educador social ha acontecido una parte fundamental de los equipos de orientación en los centros educativos. A nivel estatal ha habido mucho debate sobre la necesidad de incluir la figura del educador social en el sistema educativo, debido a una iniciativa incluida a la “Ley de Protección a la Infancia y a la Adolescencia frente a la Violencia (conocida como “Ley Rhodes”), donde el Consejo General de Colegios de Educadoras y Educadores Sociales (CGCEES) solicita la inclusión de educadores sociales en los centros educativos que asuma la figura de coordinador de bienestar y protección, así como el desarrollo de programas de prevención del acoso y la violencia escolar, el absentismo y el abandono escolar, haciendo de los centros espacios de acción con los menores de edad y el alumnado en situación de vulnerabilidad y riesgo de exclusión social», insisten desde FAPA Ibiza.
El educador social es el mediador entre el alumno, el centro, la familia y la sociedad. En la medida que se ayuda al alumnado con problemáticas sociales, esta acción facilita el éxito educativo de este. La tarea de estos profesionales se lleva a cabo tanto en los centros educativos como el entorno social del alumno.
«La tarea de estos profesionales en los centros educativos en los programas TISE y TISOC y su continuidad en los institutos donde ya estaban adscritos, ha sido una garantía de mejora de las condiciones del centro y de satisfacción del alumnado y las familias, como hemos comentado anteriormente. Para los centros educativos, ahora más que nunca, perder esta pieza esencial del equipo de apoyo, supondría un retroceso y un perjuicio, especialmente teniendo en cuenta que la situación vivida durante los últimos meses ha empeorado las circunstancias de muchos jóvenes en los centros, a causa de la semipresencialidad, y en su casa. De cara al curso próximo será más necesario que nunca un refuerzo de la atención emocional del alumnado en todos los ámbitos y es imprescindible que conserven el referente con el que se han estado apoyando todo este tiempo, periodo que como hemos dicho, ha sido especialmente duro para los estudiantes», destaca la presidente de la FAPA Ibiza.
Consideran que la desaparición de estos profesionales no solo supondría la carencia de atención al alumnado, sino que significaría volver atrás en el trabajo en red y comunitario desarrollado hasta ahora y «que tantos buenos resultados nos ha dado al ámbito escolar y social», finalizan.