La isla está volcada en la defensa del Club Náutico de Ibiza. La sociedad insular quiere esta entidad siga siendo lo que ha sido durante los casi 100 de vida que tiene: una puerta al mar para la gente del municipio, un lugar donde la juventud pueda iniciarse en el deporte de la vela de una forma asequible para todos y un vivero de regatistas y de campeones. El reflejo de un municipio, el de Eivissa, para que haya igualdad de oportunidades para los jóvenes que quieran acercarse al mundo de la náutica de recreo o deportiva. Cientos de personas han asistido esta tarde a la convocatoria de los dirigentes del club, que llevan años peleando para que la entidad siga en manos de personas sin afán lucrativo y que apuesten, como ha sido hasta ahora, de forma clara y sin ambages por el deporte y la cultura.
El arquitecto ibicenco Elías Torres ha leído un manifiesto en el que ha querido hacer hincapié en todos estos aspectos y otros muchos que comparten los ciudadanos de Vila. «La cultura de Ibiza que he compartido durante décadas venía de un mundo ancestral de escaseces compartidas. Hoy en día, la especulación, el consumismo, la pretensión y la exhibición han hecho casi desaparecer aquella forma de vida. Incluso, las antiguas tradiciones se han convertido con escenografías sin alma», ha enfatizado.
«De aquella cultura queda algún testigo y el más visible y significativo es lo del Club Náutico de Ibiza. De si es posible que, con el tiempo, surja una nueva sociedad como la que hizo instituir este Club, no se tienen señales que ofrezcan optimismo. El Club Náutico todavía late, está vivo y sigue manteniendo encendida la llama de relaciones sociales abiertas a todo el mundo. Ahora es visto como un pequeño trozo de tierra encima el mar, deseado por especuladores sinvergüenzas, que no entienden ni estiman el papel y el significado de este Club y del que representa por la identidad de la sociedad ibicenca».
«Hay que recordar la histórica, libre y limpia plaza de agua que fue la bahía del puerto de Ibiza para la isla, y como aceptó, con naturalidad, la solitaria incrustación del pequeño Club Náutico el 1925 con el nuevo astillero. En los años 60, empezó la ocupación desordenada, remendada y destructiva de aquella agua tan tranquila. Y así sigue… como también sigue en la isla», ha proseguido Torres.
«El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, del cual depende Puertos del Estado, ha adquirido esta nueva denominación, adaptada a los tiempos de corrección que corren. El Club Náutico tiene también como bandera, desde su origen, valores de sostenibilidad públicos. Valores que se han ido adaptando a las necesidades sociales de los nuevos tiempos para relacionarse con el mar, sirviéndose de ella con el máximo respeto».
Torres ha finalizado su alocución aludiendo al pasado y al futuro. «Si el Club Náutico de Ibiza desaparece, quedará liquidada definitivamente una manera de vivir y de ser de los ciudadanos de Ibiza. Dejen que la gente que formamos el Club podamos seguir estimando la isla y su mar, que es el de todos. Los que hoy estamos aquí, y que fuimos también hace un año, somos el testigo de que no queremos que, con el ahogamiento del Club, se borre del todo el que queda de una cultura que volemos seguir transmitiendo a futuras generaciones».
pero si mas que un acto en un club deportivo parece, a juzgar por las fotos, un club de la tercera edad o una verbena del IMSERSO, no hay prácticamente nadie menor de 65 años, como pueden pretender presentarse como una sociedad enfocada al deporte y a la náutica cuando la gente involucrada la mayoría la única actividad acuática que pueden realizar son sesiones de acuagym en una piscina con monitor, esperaba ver a mucha gente joven, activa, deportista, en forma, como las que salen en la TV cuando enseñan regatas y competiciones, pero veo que no, parece ser que es un club náutico solamente en el nombre y poco mas.