@Noudiari/Los hoteleros de las Pitiüses se desmarcan de las declaraciones realizadas en los últimos días por sus homólogos de Mallorca asegurando que no cobrarán el Impuesto de Turismo Sostenible a sus clientes. La Junta Directiva de la Federación Hotelera de Ibiza y Formentera ha hecho pública en un comunicado su voluntad de «aplicar la ley tal como está prevista y por tanto cobrar el Impuesto a nuestros clientes, pese a su clarísima naturaleza injusta y discriminatoria».
Si el impuesto va a entrar en vigor en mayo/junio de este año, según los hoteleros, «se debe a que el Govern balear ha incumplido su palabra, descartando iniciar su aplicación en noviembre para evitar males mayores. Desgraciadamente, el Govern ha optado por la peor opción posible, la que mayores perjuicios causará».
Los hoteleros consideran que «esta actitud es un claro desprecio a nuestro sector, a nuestros clientes y trabajadores. Creemos que de no cobrar efectivamente el impuesto en el presente verano, lo más probable es que no se llegue a reclamar nunca al contribuyente previsto en el proyecto de ley, el cliente alojado en oferta legal».
Insisten en que seguirán oponiéndose «a dicha tributación y cómo está concebida y no aceptaremos dócilmente integrarla en nuestras cuentas de explotación como un coste más. Por otra parte, hemos facilitado informes solventes que acreditan la posibilidad de cobrar el Impuesto Turístico en las puertas de entrada a las islas, puertos y aeropuertos. Esta posibilidad, descartada por no sabemos qué razones, haría que el Impuesto fuera mucho más justo que el planteado por el Govern. Al alcanzar a todos nuestros visitantes, el pago por cápita podría reducirse sensiblemente».
Los hoteleros creen que «no se debe descartar alegremente esta opción, en la que el Ministerio de Fomento y AENA contribuirían a crear una situación más justa. Finalmente, la recaudación del Impuesto debe ser invertida dónde se genera. ¿Qué sentido tiene recaudar un impuesto medioambiental en un lugar, con el argumento que hay que compensar el deterioro producido por la actividad, para luego aplicar los fondos en otro lugar? Es absurdo», sentencian los empresarios hoteleros.
Una cosa y la otra me parece una barbaridad, lo que hay que hacer es subir el iva a la industria turística al 21% que al final es una actividad de ocio, borrachera, disco y lujo y bajarlos a otros de primera necesidad como el suministro eléctrico y agua a los hogares, y productos de la cesta de la compra.