Juan Cárdenas, responsable de la empresa Class Rent a Car y presidente de la Asociación de Rent a Car de la Pimeef de Ibiza, valora el anuncio del presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, sobre una futura regulación de entrada de vehículos en Ibiza que afectaría muy especialmente al desembarco de flotas de alquiler para la temporada.
“Desde la asociación que represento estamos totalmente de acuerdo con él”, subraya y recuerda que hace seis años que él mismo denuncia que los rent a car de Ibiza «tienen un excedente de flota de un 25 por ciento», «lo que no quiere decir que sean los causantes de todos los problemas de tráfico de la isla», matiza.
En este sentido, cree que Formentera está siendo un ejemplo de que es posible regular la entrada de vehículos y crear un modelo sostenible en el que se pueda trabajar sin excesos.
Respecto a su sector, por una parte Cárdenas subraya que no son necesarias flotas tan grandes en Ibiza — “Menos podría ser más», afirma– pero, por otra parte, quiere matizar que «no es cierto que los atascos en las carreteras los causen los rent a car”, remarca.
Cárdenas recuerda que en Ibiza hay algo más de un coche por habitante, “de modo que suman más de 150.000 vehículos, de los que 20.000 son rent a car en temporada alta normal”, relata. «El alquiler no representa ni el 15 por ciento del total de coches de la isla», destaca y recuerda que «prácticamente todo el personal de temporada viene a la isla con su propio coche y también lo hacen muchos turistas». De este modo, la isla se sobrecarga de coches: «Hay muchísimos más coches de los que se contabilizan sobre la isla en temporada y el empresario de rent a car no es el que está creando ese problema», insiste.
Cárdenas matiza que en todo caso están de acuerdo con ajustar las flotas «pero sin olvidar que no son el único problema».
Respecto a la temporada presente, Cárdenas confirma que está siendo atípica. «Hay un 40 por ciento menos de flota que en una temporada normal, pero, teniendo en cuenta que en una temporada normal sobra un 25 por ciento, estaremos en un 15 o 20 por ciento menos de lo que solía haber y de lo que debería haber», explica.
La causa de que haya menos coches no es que hay menos turistas sino que ha habido problemas generalizados en las factorías de fabricación de coches por la carencia de una pieza (un semiconductor). A eso se ha sumado que la capacidad de fabricación ha bajado por las repercusiones de la Covid. «También se ha restringido la venta para flotas de alquiler porque las marcas no tenían suficientes coches y preferían vender a particulares. Por si fuera poco, la crisis también ha supuesto problemas de financiación para algunas empresas que no han podido comprar vehículos en el mismo volumen«, explica el portavoz del sector.
«La flota que hay, más reducida, trabaja bien hasta el momento pero con una incertidumbre brutal sobre sus cabezas ya que los casos de Covid suben, las restricciones vuelven a aparecer y eso genera una inestabilidad muy preocupante, al no poder planear con antelación. Después de haber hecho una inversión importante y un esfuerzo tan grande, trabajas con la sensación de que todo puede venirse abajo», concluye.
No debe sorprendernos. Es como si Baleària celebrase el cierre del aeropuerto.
Que sobre el 25% de la flota solo indica que están poniendo precios muy caros y/o que las dificultades para circular por la isla hacen que los turistas prefieran alternativas.