@B.R./ El director de Salinas Formentera Posidonia SA, David Calzada, también ha criticado hoy la ralentización de la tramitación por parte del ejecutivo balear para llevar a cabo cualquier tipo de actuación. De hecho, Calzada ha señalado que, dede hace años, «se ha entregado la docuemtanción para restaruar muchos canales, motas y casetas y no estamos recibiendo respueta». Aún así ha querido manifestar la colaboración «excelente» tanto con el Consell de Formetnera como con el Parque Natural.
En este mismo sentido se pronunció el responsable de la explotación salinera en Eivissa, quien aseguró que de seguir así la actividad podría desaparecer en unos años.
Calzada, por su parte, ha explicado que la actividad de las salinas de Formentera se ciñen a un «equilibrio de la salmuera, que es donde se concentra más vida». En este sentido, ha resaltado el plan de viabilidad impulsado en 2008 con la producción de productos «que tienen un valor añadido y que no es la sal habitual», refiriéndose así a la sal líquida.
Producto esencial para bajar el sodio
Según Calzada, este plan, que ya ha conseguido la certificación de diferentes organismos internacionales, ha conseguido que la sal líquida de Formentera sea «un producto esencial para bajar el nivel de sodio en la alimentación». «La importancia de esto es medioambientalmente crucial porque las salinas de Formentera no tienen desagües» y al no tenerlos, estas aguas marinas muy concentradas deben liberalizar el magnesio para no estar hipermineralizadas.
Calzada ha explicado que la sal líquida de Formetnera, cuya producción es de 150 toneladas anuales, es la «solución de choque para salir del peligro del exceso del consumo de sal, que es la principal causa de muerte». «Y este exceso de consumo de sal se para si se consume la sal líquida de Formentera que tiene entre 20 y 100 veces más minerales y oligoelementos, por lo que baja el sodio», ha detallado.
Ampliar el ámbito de actuación
A día de hoy, la actividad salinera se concentra en un espacio pequeño de las salinas de Formentera, que se reduce a s’Estany Pudent, el canal de circunvalación y Salines Ferrer. Ahora, y tras obtener las certificaciones de países como Bélgica, Suecia, Noruega o Alemania, entre otros, la intención es ampliar el plan de recuperación a las Salinas Marroig.