@Noudiari / La expectación en el puerto de Ibiza es máxima. Casi medio millar de personas, la gran mayoría son niños, aguardan ilusionados la llegada de los Reyes Magos, que este año tampoco se han olvidado de hacer varias paradas por las Pitiüses. «¡Mamá, mamá, mira, ahí vienen!», chilla con ganas una niña pequeña.
El barco llega puntual. Melchor, Gaspar y Baltasar, acompañados por varios pajes y sin rastro de los camellos, saludan desde el ferry antes de tomar tierra. Virginia Marí, alcaldesa de Vila, les da la bienvenida -la recepción oficial será dos horas después en el Paseo Vara de Rey- y, tras varios minutos saludando a los más pequeños, se suben a sus carrozas para iniciar su recorrido por las calles de la ciudad.
Esa misma escena, con ligeras variantes, se produjo en la tarde de este lunes 5 de diciembre en otras localidades como Formentera, Sant Antoni, Santa Eulària y Sant Josep, donde también se congregó un numeroso público para dar la bienvenida a los Reyes y acompañarles en las cabalgatas. Mañana martes finalizarán su visita a la isla con los desfiles por Jesús, Puig d’en Valls y Sant Joan de Labritja.
La comitiva real está llena de colorido y magia. Hasta siete carrozas, decoradas con la temática ‘El bosque encantado mágico’ y con un séquito de unos 500 duendes, hadas, bailarinas orientales, gnomos y demonios, forman el desfile en Vila que, como cada año, recorre la avenida de Santa Eulària, Bartomeu Roselló, Isidor Macabich, País Valencià, avenida de España y Vara de Rey. A su paso, los tres Reyes y sus pajes reparten una montaña de caramelos (hasta 1.250 kilos).
En Formentera, Melchor, Gaspar y Baltasar desembarcaron en La Savina a las cuatro y media, para dirigirse a Sant Francesc, Sant Ferran y el Pilar de la Mola. Poco después llegaban a Santa Eulària, donde las cinco carrozas y 100 acompañantes, recorrieron el pueblo hasta la plaça d’Espanya, repartiendo 900 kilos de caramelos y regalos. Posteriormente se dirigieron a Sant Carles y Santa Gertrudis. También estuvieron en el Norte de la Isla, e hicieron parada en Sant Miquel antes de empezar el reparto de juguetes en las casas de los niños.
El puerto de Sant Antoni también recibió la visita de tan regios personajes a partir de las 18.30 horas, acabando el recorrido en la carpa municipal del Passeig de ses Fonts. La comitiva está formada por casi un centenar de voluntario y se repartieron 804 kilos de caramelos. En Sant Mateu, Sant Rafel, Buscastell y Corona también hubo desfiles. Por último, los Reyes finalizaron una jornada tan agotadora con cabalgatas en varias parroquias de Sant Josep y la promesa de que ningún niño se quedará sin regalo a lo largo de la noche.