@B.R./ CCOO y UGT ya cuentan con una sede nueva. Luminosa, amplia y moderna. Nada que ver con la sede sindical ubicada hasta ahora en Ignasi Wallis. El actual edificio que ocupan hoy los sindicatos se encuentra en el barrio de Can Misses y el diseño es obra del arquitecto Iván Torres. Cuentan con una superficie construida de más de 1.000 metros cuadrados, que se distribuyen entre planta sótano, destinada a aparcamientos y almacenes, planta baja, que la ocupa CCOO, y primera planta para UGT.
Por otro lado, la sede sindical ubicada en Ignasi Wallis será derribada antes del 31 de mayo, según anunció Daniel Ramón, consejero delegado de Lar Ibiza, vinculado al grupo comercial La Sirena. Según Ramón lo único que está claro es que en este emplazamiento se instale un local comercial «ya que como grupo La Sirena queríamos más espacio comercial en el centro de la ciudad, el resto está por decidir».
Los próximos pasos
Y es que ahora, tras la retirada de la uralita y la protección de los tendidos eléctricos, que ya se ha llevado a cabo, están a la espera de que se eliminen las líneas de telefonía y electricidad para, luego, tirar abajo el edificio antes de que entre en vigor el decreto del Ayuntamiento de Vila, que prohíbe las obras a partir del 31 de mayo. Una vez se derribe el edificio, la promotora deberá realizar la excavación arqueológica para luego saber «qué se puede hacer», ha explicado.
Permuta
El cambio de ubicación de los sindicatos se corresponde con una permuta entre la promotora y el Ministerio de Empleo, responsable de las sedes sindicales, que ha durado, según ha recalcado Ramón, nueve años: «No sé cuántos proyectos se han hecho, ya he perdido la cuenta», ha manifestado.
Felipe Zarco, de CCOO, y Fernando Fernández, de UGT, han recordado a sus antiguos compañeros, entre ellos Diego Ruiz, quien a juicio de Fernández «ha sido el que ha hecho todo el trabajo y se ha comido todos los marrones; su labor está ahí». Tanto Zarco como Fernández se han mostrado orgullosos de la nueva sede después de ocupar durante años un edificio que carecía de cualquier comodidad o salubridad debido a que el Ministerio «ya llevaba mucho tiempo que no quería hacer ninguna inversión».