@Noudiari/La Alianza Mar Blava ha informado hoy que otro proyectos de sondeos acústicos que amenaza a las Pitiüses y Baleares, esta vez «de apariencia científica», deberá superar una evaluación de impacto ambiental, a pesar de que el promotor y el Ministerio de Asuntos Exteriores pretendían tramitarlo por el procedimiento simplificado, sin Estudio de Impacto Ambiental y sin información pública.
Se trata del proyecto MedSalt-2 de sondeos acústicos que utiliza «la peligrosa técnica de cañones de aire comprimido de alta presión (airguns), promovido por el Instituto Nazionale di Oceanografía e di Geofisica Sperimentale (INOGS) di Trieste (Italia) en el área marina comprendida entre las islas de Ibiza y Mallorca y al sureste de Ibiza y Formentera, en aguas entre 100 m y 2.800 m de profundidad«, informa Mar Blava.
El proyecto busca yacimientos salinos que son «una tapadera de yacimientos de gas», según la agrupación, ya que suelen ser indicadores de que debajo hay hidrocarburos, ha explicado en una rueda de prensa anterior, el biólogo del Consell, Jaume Estarellas.
«Pese a su apariencia científica, la Alianza Mar Blava es conocedora del interés expresado por varias compañías petroleras en el proyecto MedSalt-2, por las posibilidades que les abre para la exploración de hidrocarburos en la zona», explica la plataforma. «Es de sobra conocido el interés de la industria del petróleo por estas formaciones geológicas salinas, por existir en ellos la posibilidad de encontrar importantes bolsas de hidrocarburos», detalla.
Medio Ambiente reconoce «impactos adversos significativos»
En este sentido, según Mar Blava, el Ministerio de Medio Ambiente ha reconocido que «es previsible que el proyecto MedSalt-2 produzca impactos adversos significativos en el medio ambiente» y ha resuelto, desde la Secretaría de Estado, que se someta a informe de impacto ambiental, una decisión publicada hoy en el Boletín Oficial del Estado.
«Tanto el Instituto de Geofísica (promotor del proyecto) como el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación (el órgano sustantivo) pretendían someter el proyecto solamente al procedimiento de evaluación de impacto ambiental (EIA) simplificada, un trámite mucho más corto que el promotor trata de solventar aportando un simple Informe Preliminar Ambiental y en el que se efectúan una serie muy limitada de consultas ambientales previas a Administraciones y algunas entidades interesadas», explica Mar Blava.
La obligación de que se someta a una evaluación de impacto ambiental responde a una solicitud de Mar Blava, que pidió el archivo «directo y definitivo del proyecto» o que sea sometido al Estudio de Impacto Ambiental «para evaluar con detalle los efectos significativos y las medidas preventivas».
«Esto último es lo que finalmente ha resuelto la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, lo que obliga al promotor, salvo que éste decidiese desistir de sus propósitos, a solicitar el inicio del procedimiento de evaluación ambiental ordinario, elaborar un Estudio de Impacto Ambiental y pasar por un período de información pública para que la ciudadanía, las entidades y organizaciones interesadas y la Administración puedan efectuar alegaciones al mismo», informa la agrupación.
Graves deficiencias
Entre las razones por las que pide que se someta a Estudio de Impacto Ambiental, el Ministerio concluye que «existen graves deficiencias en el Programa de Vigilancia Ambiental del promotor». «Por ejemplo, no se puede descartar que en las horas diurnas con buena visibilidad se pueda afectar a cetáceos de hábitos profundos no detectados (…) En conclusión, no se puede asegurar la eficacia del programa de vigilancia ambiental en las medidas adoptadas para minimizar el impacto sobre la fauna marina», explica.
Mar Blava ya ha logrado que se archiven dos proyectos de prospecciones que amanezaban las costas de la islas, como las prospecciones previstas en el Golfo de León, frente a las costas de Cataluña y Baleares, de la petrolera Services Petroliers Schlumberger, y el primero de la Petrolera Cairn Energy, que renunció en 2015 a sus propósitos de realizar sondeos en el golfo de Valencia.
La plataforma aún lucha contra dos proyectos en tramitación: el de la compañía Spectrum, que va desde el norte de Mallorca y Menorca hasta el sur de Ibiza y Formentera, y el del instituto nacional de Geología y Oceanografía Experimental de Trieste, que ahora deberá superar el trámite ambiental.
Sin embargo, el objetivo último de Mar Blava es que el Gobierno declare el Mediterráneo zona libre de prospecciones petrolíferas.