@V. R. / Los vecinos de Sant Jordi se han organizado para luchar por la mejora de la calidad del agua que pagan como potable y que no lo es. Lo han hecho a través de la asociación de vecinos, que se ha reactivado para defender los derechos de la parroquia tras una etapa de letargo. En realidad, el recibo del agua no es lo que más les preocupa. Su inquietud la motiva el hecho de que el liquido que sale de sus grifos pueda ser «nocivo para la salud».
Así, los vecinos de Sant Jordi, además de los de la asociación de Es Rafal Trobat, que también han asistido a la reunión celebrada anoche, han acordado analizar la calidad del agua ante notario y pedir responsabilidades penales si las hubiera. Se ha barajado la posibilidad de enviar posteriormente las muestras a la UIB para que haga un informe al respecto así como a otros estamentos facultados para este cometido, decisión que ha quedado aparcada hasta la próxima asamblea, prevista en un principio para el jueves de la semana que viene.
El objetivo es encontrar una solución a los problemas que ocasiones una agua intragable y que, según los afectados, incluso ha provocado sarpullidos en la piel a varios usuarios después de una ducha. Temen que si algún niño bebe agua del suministro público pueda «intoxicarse» y no parecen dispuestos a esperar de brazos cruzados a la fecha en la que el Ayuntamiento de Sant Josep sostiene que estará subsanada esta deficiencia: el 25 de diciembre, según se ha comentado en la junta, que próximamente nombrará a un nuevo presidente o presidenta que sustituya a Carmen García.
Asimismo, los vecinos no están dispuestos a pagar como agua potable lo que no lo es y están organizándose para evadir el abono de las facturas hasta que se recupere la calidad del suministro. Valoran también la eventualidad de pedir el reembolso de las retribuciones efectuadas por un servicio que aseguran que no ha recibido, y para ello se ha decidido contratar asesoramiento jurídico que les guíe si deciden seguir este camino.
«No es por el dinero, sino porque si dejan de cobrar de golpe una cantidad importante como la de todos los vecinos de Sant Jordi y sus alrededores seguramente se apresurarán en solucionar esta circusntancia y buscan la fórmula de que no vuelva a repetirse en el futuro», se ha señalado en la asamblea de la asociación vecinal, que en este momento cuenta con un centenar de socios.
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