Los vecinos afectados por el vertedero de ca na Putxa (Ibiza) se han mostrado esperanzados con la inversión anunciada por el Consell Insular, de cinco millones de euros, y estarán atentos a sus efectos para eliminar las molestias producidas por el impacto odorífero de las instalaciones de tratamiento de residuos del Área Ambiental. “Nos parece incomprensible que la empresa que gestiona el vertedero haya tardado casi tres años en identificar el origen de estos malos olores o que, conociendo su solución, no se haya hecho nada y que hayan actuado movilizados ante nuestras reivindicaciones”, ha señalado Flor Dell’Agnolo, coordinadora de la Plataforma vecinal.
Para la asociación, es necesario seguir actuando sobre el proceso de compostaje para asegurar el control de las emisiones fuera del recinto. Los vecinos han solicitado que se lleve a cabo una monitorización y control de la calidad de las aguas superficiales de escorrentía en el entorno del vertedero; que se monitorice la calidad del aire de su contenido en emisiones de polvo, de sustancias contaminantes u olorosas en las zonas habitadas del entorno del vertedero y de las nuevas instalaciones como son las emisiones de metano y otros gases.
Quieren que se lleve a cabo también un programa de monitorización del ruido y del polvo provocado por las instalaciones y que se realicen campañas de control de proliferación de ratas, gaviotas e insectos.
“Todos estos problemas, agravados por la ubicación del vertedero y su proximidad a viviendas y zonas deportivas, que todavía quedan por resolver, «son acuciantes, por su afectación a la salud y al impacto medioambiental, y vemos que la UTE no invierte al ritmo que sería necesario», denuncian los vecinos, que piden desde hace años que se instale una pantalla vegetal de verdad en todo el perímetro del vertedero, y no un amago de pantalla. «Es una de las condiciones recogidas en la Autorización Ambiental Integrada a la UTE GIREF, pero todavía no se ha conseguido”, ha declarado la coordinadora.
Desde la Plataforma se ha recordado que sus dos objetivos fundacionales son exigir la solución urgente de los impactos negativos que actualmente afectan a los ciudadanos y, por otro lado, exigir un pacto entre todas las fuerzas políticas e instituciones para dar una solución definitiva a la eliminación de los residuos de la Isla, «visto que la instalación actual se encuentra en la recta final de su vida útil».