@Noudiari / Que se vaya la electricidad es una puñeta, como se ha visto este lunes en las Pitiüses. Aunque sea a pleno sol en un día poco frío de diciembre. A las 10,35 de la mañana, la pregunta «¿tienes luz?» se ha convertido en la frase más repetida, en el trending topic del populacho. De forma espontánea, como en el propio twitter, la gente ha salido de casa o del comercio para interrogar al de al lado y recibir idéntica respuesta: «¡No!».
Eivissa y Formentera se han quedado totalmente a ‘oscuras’. Un mínimo de 20 minutos Vila, que ha sido el primer municipio en recuperar el suministro, 43 Sant Francesc Xavier y hasta un máximo de dos horas y cinco minutos algunas zonas de los pueblos. La avería, cómo no, ha sido recogida de inmediato en las redes sociales. Los terminales móviles sí iban y había internet, al contrario que fijos y ordenadores de mesa.
«Algo funciona», se escuchaba en la calle, donde desde los teléfonos corría como la pólvora la noticia de que se trataba de un apagón general, en toda la isla, y que afectaba incluso a Formentera, donde Radio Illa, el medio local, perdía la comunicación y empezaba a investigar.
Desconcierto
Fuera de los negocios, los propìetarios comentaban la jugada mientras iban recibiendo e intercambiando la información a través de los móviles. «En el Soib también se ha ido», decía uno en Vía Púnica, «y en Sant Jordi», añadía otro en esa misma calle. La gente, desconcertada, pedía el número del Ayuntamiento de Eivissa para llamar y preguntar, lo hacía sentada en el escalón de afuera de las tiendas, que estaban a ciegas en época de luces de Navidad, pero no recibía respuesta…
Al poco tiempo se sabía que en la central térmica de Gesa se levantaba una columna de humo (ver vídeo). Los propietarios de los establecimientos de la ciudad se ponían entonces en lo peor. No podían cobrar con tarjeta ni en metálico. Las registradoras tampoco respondían. Empezaba a cundir el desánimo. «Un día perdido», lamentaban algunos comerciantes.
Sin café
Los bares, en penuria, no podían servir un café, las estaciones de servicio, llenas de vehículos, no carburaban, y las sucursales bancarias, en hora punta, se veían obligadas a bajar la ventanilla. Fuera, con los semáforos en blanco, el caos circulatorio se iba apoderando de la ciudad desde el centro de Vila, donde se sucedían los atascos y se ralentizaba la circulación en medio de un perturbador desconcierto de cláxones.
Además, en pleno apagón, apenas se veían polícias municipales regulando el paso de los vehículos, con lo que la situación empeoraba a cada minuto. En los supermercados se temía por el género de neveras y congeladores, aunque en la mayoría de los casos no se ha visto afectado. Bibliotecas, colegios, guarderías, oficinas, librerías…
Todo en la ciudad se ha detenido al comienzo de la semana en las Pitiüses a causa del chispazo que se ha producido en las líneas de alta tensión de la subestación de la central térmica de Gesa, en el cinturón de ronda de Vila. El suministro eléctrico ha comenzado a restablecerse en algunos puntos de la isla de Eivissa como el barrio de Cas Serres y la avenida Isidor Macabich sobre las 10.56 horas, y la zona del paseo de Vara de Rey poco después, donde la electricidad ha vuelto a las 11.09.
El aeropuerto de es Codolar y el Hospital de Can Misses han puesto en marcha sus sistemas alternativos de suministro eléctrico, que se activan en el momento en el que la red deja de funcionar. No obstante, ambas infraestructuras han permanecido sin luz durante los minutos previos a que se pusieran en marcha estos dispositivos de emergencia.
Responsabilidades
El hecho de que los comercios hayan tenido que suspender su actividad durante casi dos horas en una mañana de la campaña de Navidad ha motivado la apertura de un expediente informativo por parte de la dirección general de Industria del Govern que debe determinará las causas de este incidente y depurar las responsabilidades que se deriven del mismo.