@Luciana Aversa/La Alianza Mar Blava ha logrado que el Ministerio de Medio Ambiente archive el proyecto de prospecciones previsto en el Golfo de León, frente a las costas de Cataluña y Baleares, según ha anunciado hoy Carlos Bravo, Coordinador del Secretariado Técnico de la Alianza Mar Blava.
Este proyecto, promovido por la la petrolera, Services Petroliers Schlumberger, es el segundo que se retira por la presión y el seguimiento de Mar Blava para terminar con estas amenazas en el Mediterráneo. El primero fue el de la Petrolera Cairn Energy, que renunció en 2015 a sus propósitos de realizar sondeos en el golfo de Valencia, tras la importante oposición social e institucional realizada desde las islas.
Bravo ha anunciado esta mañana el archivo del proyecto en la sede de la Pequeña y Mediana Empresa (Pimeef) de Eivissa y Formentera, junto a representantes de la Alianza como Maria Àngels Marí, secretaria general de Pimeef, Jaume Estarellas, biólogo del Consell de Ibiza, e integrantes del GEN y Amics de la Terra, entre otros.
El coordinador ha explicado que el 8 de julio el secretario de Estado de Medio Ambiente firmó el archivo del proyecto, después de que Mar Blava así lo requiriera ya que se habían superado los tres meses legales para que la empresa presentara la documentación.
“Nos preocupaba muchísimo porque el procedimiento fue complicado y en diferentes momentos tuvimos que denunciar intentos de Industria y de Medio Ambiente de tramitarlo de forma irregular para que el promotor no lo sacara a exposición pública y no tuviéramos la oportunidad de hacer alegaciones y mostrar nuestra oposición”, ha explicado Bravo.
El coordinador ha destacado que es el archivo del segundo proyecto «que hemos tenido en esta zona, amenazando al medio ambiente y la economía del Mediterráneo». «Evidentemente estamos muy satisfechos, pero esto no significa que se acabe la lucha”, ha remarcado el coordinador, que ha recordado que aún quedan dos proyectos: el de la compañía Spectrum, que va desde el norte de Mallorca y Menorca hasta el sur de Ibiza y Formentera, y que está a punto de salir a información pública, y el del instituto nacional de Geología y Oceanografía Experimental de Trieste, en Italia, “que es un proyecto, dicen científico, pero sabemos que el sector petrolero está detrás”.
“Buscan yacimientos salinos que son una tapadera de yacimientos de gas”, ha asegurado Bravo, sobre estos sedimentos que suelen ser indicadores de que debajo hay hidrocarburos, ha añadido, por su parte, el biólogo Jaume Estarellas.
Nueva movilización social
En este sentido, la secretaria general de Pimeef, Maria Ángels Marí, ha explicado que cuando el proyecto de Spectrum salga a exposición pública, se intentará superar el récord de 128.000 alegaciones que ayudaron a frenar el proyecto de Cairn Eenergy. Según ha recordado Bravo, el Ministerio de Medio Ambiente ha concedido otros nueve meses de tramitación a Spectrum de forma irregular, y será necesaria una nueva movilización social para frenarlo.
El biólogo del Consell, Jaume Estarellas, ha recordado que el objetivo último es que el Gobierno declare el mar libre de prospecciones petrolíferas y que para ello también se está realizando un informe de planificación de estrategias marinas, con una diagnosis ambiental, que recoja las prospecciones como una actividad prohibida en esta zona del Mediterráneo.
Según ha aclarado Bravo, aunque ya hay dos proyectos archivados, ninguno ha llegado a tener una declaración de impacto ambiental negativa, que hubiera logrado sentar un precedente importante para otros proyectos de prospecciones.
«Parece que las promotoras han preferido dejar caer los proyectos, que no tener una declaración de impacto ambiental negativo», ha señalado Estarellas.
Una tramitación irregular
Según ha detallado Bravo, este proyecto empezó a tramitarse en 2011, antes del nacimiento de la Alianza Mar Brava en 2013, y en ese momento lo tramitaba la compañía SeaBird Exploration con la anterior Ley de Impacto Ambiental.
El proyecto fue archivado en un primera ocasión, en enero de 2014, porque no se había presentado documentación en el plazo legal de 18 meses, pero el promotor lo recurrió en los juzgados. A su vez, había solicitado a Medio Ambiente que lo tramitara con la nueva ley aprobada en diciembre en 2013.
Mar Blava recurrió porque se comenzó la tramitación bajo dos expedientes, “una situación francamente irregular”, según Bravo. “El Ministerio pretendía pasarle al nuevo expediente toda la tramitación anterior, toda la fase de alegaciones, y dar por válido el estudio de impacto ambiental, sin que pudiéramos presentar alegaciones y mostrar nuestra oposición”, ha detallado el coordinador.
Finalmente, debido a la presión de Mar Blava, el Ministerio de Medio Ambiente archivó el primer proyecto y requirió a Schlumberger, el reinicio de toda la tramitación con fase de información pública para el segundo. Sin embargo, el promotor no presentó la documentación y Mar Blava requirió el archivo, que el Ministerio estaba obligado legalmente a aprobar, según Bravo.
Ahora la promotora puede alegar, pero Mar Blava no cree que lo haga porque “no tiene ningún argumento”.