NouDiari / Más de 6.800 personas de Baleares han recurrido a Cáritas por primera vez en el último año, desde que comenzó la pandemia. De ellas, 1.736 son de Ibiza. Nunca antes habían tenido que recurrir a este apoyo social pero la falta de ingresos les ha obligado a ello.
Unas cifras del informe anual de la entidad que ponen en evidencia el impacto que ha tenido la crisis de la pandemia en la isla. Es más, este aumento de demanda sin precedentes ha obligado a la entidad religiosa a una reorganización y al incremento del personal contratado y del voluntariado para continuar atendiendo a las personas que acuden en Cáritas. Incluso han hecho llamamientos porque se vaciaban sus estanterías a un ritmo fuera de lo normal.
Otro ejemplo del incremento de la demanda de ayuda es que en junio de 2020 había aumentado en un 118 por ciento la atención a personas necesitadas de Ibiza respecto al mismo mes de 2019.
La organización de la iglesia subraya, además, que ha comprobado de primera mano que las condiciones de vida de muchas familias de la isla «han empeorado».
La desigualdad, agudizada
Cáritas ha estado a pie de calle y con las familias durante todo este período de pandemia, en el que ha podido constatar que se agudizan ciertas desigualdades.
Una es la brecha digital: «fue un factor clave de exclusión durante el periodo de confinamiento entre las familias con niños que tuvieron muchas dificultades para acabar el curso».
Otra es la soledad: «el aislamiento físico fue un factor de desprotección para el colectivo de personas mayores, sobre todo a la hora de dar asistencia a personas que necesitan de un seguimiento y control».
Además, el miedo a quedarse sin hogar «ha sido una de las constantes para muchas de las familias atendidas por Cáritas de las Islas». «La falta de ingresos y el no poder pagar el alquiler de un piso o de una habitación o los suministros de luz o gas ha sido uno de los temas que más angustia ha generado en las familias que han venido por primera vez a Cáritas, como también de aquellas personas que ya eran atendidas por Cáritas».
En estos meses han contado con 201 nuevos voluntarias y voluntarios, un 23% más, en las diferentes áreas de las tres Cáritas diocesanas.
La vuelta de actividades como la atención parroquial o actividades de formación o grupales con todas las medidas higiénicas establecidas, ha supuesto el retorno de la mayoría del voluntariado .
Desde las Cáritas de Ibiza, Menorca y Mallorca lanzan un mensaje de agradecimiento a los voluntarios, a los profesionales de Cáritas que han estado trabajando de forma incondicional y en jornadas intensas, a los donantes particulares, empresas y administraciones que han querido colaborar con Cáritas en esta situación de emergencia como también a las parroquias, centros diocesanos, congregaciones religiosas y al conjunto de los organismos de las iglesias diocesanas que han puesto a disposición los recursos necesarios. «Y a la población en general para apoyar y confianza al trabajo que desarrolla Cáritas».
Desde marzo a diciembre las Cáritas diocesanas de Mallorca, Menorca e Ibiza y Formentera han destinado 1.270.801 euros a ayudas directas para las familias que acompañan y a cubrir las necesidades más urgentes y básicas.
«Cáritas agradece la corriente de solidaridad a las tres Islas que ha sumado 1,4 millones de euros en donativos a través de 2.154 donantes», subrayan en un comunicado.
Así, gracias a la campaña Cáritas ante el Coronavirus un total de 2.154 donantes han aportado un total de 1.471.000 de euros (datos hasta el mes de diciembre 2020). 1.840 donantes particulares y 303 empresas e instituciones han confiado en Cáritas para ayudar a las personas más desfavorecidas.