Cáritas Diocesana de Ibiza ha presentado este jueves el resumen de los datos del año 2020, marcados por el impacto social del Covid19. Así la organización, atendió a 4.251 personas en sus diferentes programas durante el año pasado, aumentando en un 52% respecto al año anterior. Esto constata que el 48,2% del total de personas atendidas nunca habían recurrido a Cáritas antes de 2020, lo que confirma la «gran magnitud de la pandemia y como ha propiciado y agravado la precariedad social y un agudo sufrimiento en muchas familias de nuestras islas», explican.
El perfil medio habitual de pareja con hijos, extracomunitarios y con baja formación, se amplia con la crisis a un perfil mucho más amplio que el de hace algunos años, con un 25% de participantes nacionales y también un alto porcentaje de familias monoparentales.
El director de Cáritas de Ibiza, Joan Marí, ha destacado la solidaridad de toda la sociedad ibicenca tanto individualmente como el tejido empresarial y las administraciones públicas, donde gracias a todos ellos se ha podido dar atención a las personas necesitadas.
Gustavo Gómez coordinador da entidad, ha destacado el constante ejercicio de adaptación que han requerido las situaciones que iban surgiendo y la complejidad de atender las necesidades acuciantes de miles de personas mientras se cumplían con las restricciones marcadas por las autoridades sanitarias.
Uno de las preocupaciones en las que ha incidido el coordinador ha sido el desgaste psicológico que han transmitido muchos participantes a lo largo del año, así como la afectación de su salud metal, y muy concretamente en muchos de los menores participantes del proyecto del centro Betania, denotando el perjuicio de tanto el tiempo de confinamiento como la supresión de muchas clases presenciales y la ampliación de la brecha digital a no poder disponer de equipos adecuados en muchas ocasiones para seguir su formación de manera telemática.
Asimismo se ha destacado la continuidad en la recogida de 355.000 kilos de residuos textiles dentro del programa de A Tot Drap y la atención a casi 500 personas dentro del programa de Empleo, objetivo básico de la entidad en el tratamiento integral de las causas que generan pobreza y donde a falta de ofertas de trabajo a la agencia de colocación, se ha potenciado la formación para la mejora de habilidades laborales, búsqueda activa de empleo, formación digital o realización de curriculums.
Más de 175.000 kilos de comida repartidos
Uno de los grandes aumentos en paralelo al de participantes recibidos ha sido el de las atenciones en el programa de alimentos. Hasta un 66% de aumento de alimentos repartidos respecto al año anterior muestran la magnitud de las cifras, entregando durante todo el año más de 175.000 kilos con una valoración de mercado de más de 330.000 euros.
Punto a destacar es la puesta en marcha de las tarjetas para compra de alimentos que propician una resolución más digna al problema alimenticio de miles de personas y evitar que estas tengan que hacer cola a las puertas de Cáritas y que se han entregado a diferentes familias a lo largo de todo el año.
Por último, el Administrador Diocesano, Vicente Ribas, recordó que el domingo se celebra el día de Cáritas, Corpus Christi, y que este año con el lema de “Somos pueblo”, Cáritas ha acompañado a los hermanos que han sufrido durante la pandemia, «recordando a los que nos han dejado y que Cáritas y la Iglesia en general siempre están atentas a la llamada de auxilio de los pobres y marginados, aún en las más duras situaciones como la vivida», finalizan.