El reciente fallecimiento de un joven médico en la zona de Ullal de na Coloms, conocida como Cueva de la Luz, de Ibiza, junto a otros rescates de altísimo riesgo en esta y otras zonas ha llevado al Grupo de Rescate Vertical (GRV) del Servicio de Bomberos de Ibiza a identificar las zonas de especial riesgo para los excursionistas de la isla de Ibiza para pedir medidas que eviten estos accidentes.
Las medidas, presentadas hoy en el Consell, pasan por mejorar la señalización y las medidas de seguridad (como barandillas o cuerdas) y que la promoción turística de estas zonas se haga junto con una clara advertencia de los riesgos.
La seis zonas de riesgo se sitúan en los municipios de Santa Eulària, Sant Josep, Sant Antoni y Sant Joan.Estos lugares se llenan de gente a causa de la promoción turística que empresas y particulares hacen de su visita “sin advertir de las dificultades y peligros que en muchas ocasiones comportan”, tal como ha indicado el Cabo del Grupo de Rescate Vertical de los Bomberos de Ibiza, Bernat Escrivà.
Una de las zonas de riesgo es la de Cala Blanca (Santa Eulària). Muchos excursionistas se pierden en el sendero que conecta con Cala Llonga desde Siesta «por desconocimiento del recorrido y falta de destreza» a la hora de moverse por la naturaleza. En este caso se han producido 18 rescates en cinco años.
Otra zona es la tristemente famosa Ullal des Coloms de la zona de Cala Aubarca (Sant Antoni). En este caso el problema son los accidentes provocados por malas caídas al mar y la imposibilidad de escalar por la cuerda instalada para salir del agujero. Los excursionistas también pierden la orientación en el retorno de la ruta, y se producen torceduras de pie por calzado no adecuado y cansancio físico por la exigencia del recorrido. En los últimos cinco años se han realizado 30 rescates. «Este punto es especialmente conflictivo por la enorme publicidad que se hace de la zona en las redes sociales», alertan los bomberos.
Otro punto caliente son Ses Balandres de Santa Agnès (Sant Antoni). Es una zona muy transitada por senderistas de todo tipo, pero que tiene parte del recorrido por verticales de más de 30 metros sin ningún tipo de seguridad fiable, zonas de bloques de grandes piedras que no están fijas y pasamanos con riesgo de caída en el mar en zona rocosa. Además, se da la circunstancia que en toda la ruta no hay cobertura móvil.
Sin duda, otro lugar conflictivo es el conocido como las Puertas del Cielo – Santa Agnès (Sant Antoni). Un punto de encuentro y de inicio de muchas rutas de senderismo de la zona, que tiene un restaurante muy cerca del acantilado y que, en ocasiones, acoge eventos con un gran número de asistentes.
La zona con más víctimas mortales en estos cinco años, con nada menos que nueve fallecidos es el Mirador des Vedrà (Sant Josep): «En ocasiones, se han registrado caídas a gran altura de las personas que disfrutan de la puesta de sol por descuidos, consumo de alcohol, estupefacientes o posibles suicidios y, por otro lado, bloqueos en la senda que hay a la izquierda del acantilado que hacen que la persona no sea capaz de seguir subiendo o bajando», alertan. «En los últimos cinco años se han realizado 20 rescates y ha habido un total 9 víctimas mortales. En este caso pesa mucho la enorme popularidad que tiene y la publicidad que se hace en redes sociales», alertan.
Muy cerca del mirador está la sexta zona más conflictiva de la isla: Sa Pedrera, conocida como Atlantis” (Sant Josep). Esta zona de piscinas naturales y sendero de acceso a las mismas, es un foco de accidentes por caídas a cierta altura, malas caída de saltos en el mar desde las rocas, torceduras o roturas de tobillo por calzado inadecuado, desfallecimientos de subida por deshidratación o bajo nivel físico. En los últimos cinco años se han realizado 30 rescates.
Identificados estos puntos, desde el GRV de los bomberos han hecho toda una serie de recomendaciones a los ayuntamientos consistentes, en la mayoría de casos, en la instalación de carteles informativos, renovación (o instalación si no había anteriormente) de señales informando de los senderos más seguros, renovación de elementos de seguridad que en ocasiones están en mal estado (pasamanos, cuerdas…) y poner elementos de seguridad en aquellos acantilados que presentan una especial siniestralidad.
Igualmente, han pedido apoyo a los departamentos municipales de promoción turística para incidir entre las empresas privadas y particulares que promocionan estos lugares que lo hagan alertando de los peligros y dificultades, así como explicando la equipación necesaria para poder completar la ruta con la mayor seguridad posible.
Finalmente, el conseller de Gestión Ambiental, José Ignacio Andrés, ha apelado los ayuntamientos a activar medidas antes del arranque de la próxima temporada, «siempre entendiendo que, en muchas ocasiones, la operativa depende no únicamente del consistorio, sino de otros agentes como el Govern balear, la Demarcación de Costas o el propietario del suelo en cuestión», matizan desde el Consell.
En la reunión también estuvo presente el Brigada Juan Carlos Rodríguez Sunyé del GREIM de la Guardia Civil, un grupo que además de haber hecho aportaciones al documento expuesto, también participa activamente en todos los rescates junto al GRV de los Bomberos de Ibiza.
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