En 14 años en el sector, José Antonio Colomar, presidente de AECA ( Asociación Empresarial de Concesionarios o Distribuidores de Automoción de Ibiza y Formentera, que pertenece a CAEB) no se había encontrado “jamás” con una situación como la actual. Esperaban que la crisis de los semiconductores (conocida también como crisis de los microchips) estuviera más que resuelta a estas alturas de 2022, pero otros problemas derivados de la guerra de Ucrania y de la demanda acumulada hacen imposible surtir de coches a la isla en unos plazos razonables. Calcula que hasta el segundo semestre de 2023 no se normalizará el sector.
Colomar es también presidente de AEMA, patronal que suma 60 talleres y empresas de maquinaria agrícola industrial, y destaca que contratar a un mecánico cualificado en Ibiza es casi una odisea.
Arrastran desde hace meses importantes retrasos en las entregas de vehículos. ¿Qué está pasando?
Hace un año, en agosto de 2021 supimos que las producciones de vehículos se iban a ralentizar por el efecto de los semiconductores. Hasta entonces estábamos bien de stock, gracias a los aprovisionamientos que habíamos hecho. Sin embargo, en septiembre y octubre empezamos a notar la falta de stock de algunas marcas. Los plazos de entrega se iban alargando y casi cada semana nos iban replanificando las fechas de entrega. Hasta el punto de que algún vehículo que se pidió en febrero del año pasado se ha entregado en abril-mayo de este año. Casi un año y medio de espera.
¿Estos retrasos tan graves ocurren con cualquier vehículo o con peticiones muy específicas?
Esto ha pasado con vehículos comerciales, sobre todo. Especialmente con furgonetas y vehículos equipados de manera específica.
Antes de esta crisis ¿cuál era del plazo normal de entrega de un coche?
De tres a cuatro meses, ahora puede llegar hasta un año o un año y pico en algunos casos.
Pero usted pronosticó que las cosas se iban a arreglar durante este 2022 ¿Qué ha pasado para que no sea así?
Sí, las previsiones apuntaban a que en el primer semestre de este año, más o menos, se solucionaría el tema pero no ha sido así. Una persona del sector me decía que, más bien al contrario, nos van saliendo nuevos champiñones. El de los semiconductores era un problema de los fabricantes de China, Taiwan o Corea y eso se ha ido solucionando. Ahora el problema es la falta de otros componentes del automóvil, como puede ser el cableado o el aluminio, que vienen o bien de Ucrania o de Rusia. Inevitablemente, la guerra ha afectado.
¿Todo ello está lastrando la recuperación del sector, que ya podría estar en las cifras previas a la pandemia?
Sí. Ha habido una clara recuperación económica, con su consiguiente aumento de demanda de vehículos. A eso hay que sumar el efecto de demanda retenida de año y medio que está emergiendo ahora.
¿Demanda retenida?
Todos aquellos clientes que por la crisis de la Covid estaban retrasando la decisión de compra de un vehículo ahora, al ver un horizonte un poco más claro, han tomado la decisión de comprar un coche… pero se encuentran con que van a volver a retrasar esa decisión un año o dos porque no hay stock y porque los precios han subido.
¿Por qué han subido los precios?
Por un lado, por el encarecimiento de todas las materias primas que repercute en los precios y, por otro, porque ya no hay campañas de descuentos con las que hemos trabajado siempre los concesionarios y las marcas. Y eso es porque hay más demanda que oferta. A todo esto se suma que ha habido un incremento del impuesto de matriculación de determinados vehículos. Alguno que estaba en un tramo sin impuesto de matriculación por emisiones de CO2 ahora paga un 4,75 por ciento, o uno que pagaba 4,75% ahora paga un 9,75% sobre la base imponible… que ya va grabada por el IVA del 21 por ciento.
Y el consumidor debe asumir todo esto precisamente en un momento en el que la inflación está disparada…
Claro. El cliente ve lo que hay y dice: voy a esperar un poco más, a ver si en algún momento se regulariza la producción, se vuelve a trabajar con descuentos y tarda menos en llegar el vehículo.
¿Y usted cree que veremos esa vuelta a la normalidad pronto?
Hasta 2023, no… y no hablo del primer semestre sino más bien del segundo semestre. Va a pasar un tiempo hasta que seamos capaces de cambiar de proveedores de esos componentes que no llegan de países del Este como Ucrania y Rusia. Y la producción tendrá que atender primero a los clientes que están esperando y, una vez que sean atendidos, se producirá para stock. Y en lo que respecta a precios… ya no se va a volver a trabajar con los descuentos que se trabajaban antes de la pandemia. Puede que vuelva alguna campaña de descuento si hay stock de alguna marca o modelo determinado pero, insisto, ya no se van a volver a los precios de antes de la pandemia.
¿Ibiza también padece insularidad en sector de automoción? ¿Hay clientes que se van a Mallorca o a la Península a por coches porque aquí tardan más en llegar?
No creo que sea un problema de insularidad sino un problema de volumen y de stock. Si un concesionario de la península vende 2.000 vehículos al año puede tener un stock medio de 200 a 400 vehículos. Es lógico pensar que un cliente puede encontrar más fácilmente ahí lo que busca que en un concesionario en Ibiza de la misma marca, que puede tener 40 vehículos. Dicho esto, es cierto que en Ibiza hay una falta generalizada de personal y el sector de la automoción y la logística no son ajenos a esto. Este año ha habido momentos en los que los coches tardaban más en llegar porque se quedaban en el puerto de origen o en el de Ibiza porque la logística no respondía por falta de medios humanos. Es una situación coyuntural de la isla, la de falta de personal, que afecta a todos los sectores en Ibiza.
¿Taxistas de Ibiza no han tenido otro remedio que salir fuera de Ibiza para conseguir vehículos con los que trabajar este verano?
Lo que ha pasado este año es que algunos ayuntamientos han liberado las licencias muy tarde. En el mes de julio, taxistas que no sabían si tendrían la licencia temporal o definitiva, se han encontrado con que sí tenían permiso y han ido a los concesionarios, que no teníamos vehículos para vender. Pero la escasez es generalizada, también en la Península, por lo que han tenido que adquirir incluso vehículos de segunda mano con un par de años para poder trabajar. A alguna licencia también le ha costado encontrar chóferes.
Parece que falta de todo en Ibiza…
En Ibiza hemos pasado de una época de pandemia, en la que estábamos casi invernando, a otra de máxima actividad. De 0 a 100 en dos días.
Hablamos de taxistas, de profesionales que necesitan vehículos para trabajar… ¿pero qué pasa con todos los particulares a los que se les rompe el coche y se ven sin él en un lugar con una población tan diseminada como Ibiza, en la que echamos mano del coche para todo? Si no hay stock y lo poco que hay es muy caro…
Pues cada caso es muy particular. Nos hemos encontrado con personas que han decidido reparar su coche, aunque sea muy costoso y que lo hacen cruzando los dedos para no tener otra avería. En circunstancias normales se habrían cambiado de vehículo y no habrían pagado una reparación cara. Ahora hay más clientes que aguantan. En otros casos, el cliente que quería un vehículo determinado se ha tenido que adaptar a lo que ha encontrado.
¿Es la primera vez que se encuentra con estas situaciones en su trayectoria en el sector?
En 14 años que llevo en el sector nunca he trabajado con estas circunstancias. Algo tan sencillo como ofrecer descuentos, que estaba como en el ADN del concesionario para captar clientes, ha desaparecido por completo.
¿Qué vehículos son los que presentan más problemas de suministro?
Los híbridos y los eléctricos… y es una pena porque precisamente ahora habíamos logrado convencer a una parte de los clientes de que era una buena opción. Pero te encuentras que lo pides a fábrica y tarda nueve meses. Hay clientes que no pueden esperar tanto.
¿Ha habido un aumento de interés por los eléctricos por el alto precio del combustible?
También ha subido mucho la electricidad… De todos modos es un 75 por ciento más barato, aproximadamente, cargar un eléctrico en comparación de un gasolina o diesel. Por cada cuatro euros que te gastas en gasolina, en un eléctrico es 1 euro. Es una muy buena opción y más en Ibiza donde no se hacen grandes distancias. Además, los eléctricos los puedes recargar en puntos gratuitos públicos o en supermercados… o como hemos hecho nosotros aquí: instalando paneles solares con los que hacemos las recargas y va muy bien. Estamos todavía en la transición hacia los vehículos eléctricos híbridos y de nuevas tecnologías.
¿Y cómo manejan esta escasez de vehículos las pequeñas y medianas empresas?
Olvídate de eso de “necesito dos furgonetas más ya porque me ha crecido el trabajo”. Ahora hay que hacer previsiones a más largo plazo, de temporada a temporada. Tanto hoteles como restaurantes nos han demandado furgonetas para trasladar a clientes de sus establecimientos al aeropuerto para dar este servicio cuando no encuentran taxis y es una demanda que no hemos podido atender porque no hay stock. Mi consejo: Si alguna empresa necesita vehículos que los pida ya para la temporada que viene.
¿La situación actual obliga a ser previsores?
En Ibiza estamos acostumbrados a trabajar muy al día y casi encima de la temporada. Tienes que tomar algún riesgo y pedir lo que necesites con antelación. El mismo riesgo que tomas reformando el hotel para la temporada que viene lo tienes que tomar con los vehículos.
¿Los rent a car compran los vehículos a los concesionarios de Ibiza?
Los grandes operadores no, pero sí los rent a car locales. Este sector llevaba dos temporadas sin comprar vehículos. En la de 2020, por la pandemia, incluso pararon los pedidos hechos. En 2021 tampoco compraron vehículos por la incertidumbre. Piensa que si quieres que un vehículo te llegue para la temporada lo tenían que encargar en diciembre de 2020 o enero de 2021 cuando todavía estábamos con restricciones y con una temporada alta que era de total incertidumbre. En diciembre de 2021 pidieron los coches para 2022, con la falta de stock y de producción que hay. De modo que la demanda no se ha llegado a cubrir en algunos casos y de ahí la falta de coches a principios de temporada.
Hemos hablado el problema de suministro de coches pero ¿hay otras preocupaciones en su sector?
La falta de profesionales cualificados. La preocupación principal es esta. No es ajena a otros sectores, pero nosotros tenemos el problema de que necesitamos mano de obra muy cualificada. Y además trabajamos todo el año, los doce meses, e incluso con un pico de trabajo de octubre a diciembre, que es cuando nos llegan al taller todos los coches que han ‘sufrido’ la temporada.
¿Faltan mecánicos básicamente o más perfiles?
Mecánicos, comerciales, administrativos también… Ha habido mucho trasvase de sectores, algunas empresas han ofrecido más dinero para captar gente porque también tenían problemas para cubrir vacantes, también gente que se ha ido de Ibiza en la pandemia, otros que no encuentran vivienda… Es un problema generalizado en Ibiza.
*AECA representa a 24 marcas de automoción de ocho grandes grupos. Colomar está al frente de Eivimotor (Audi, Volkswagen, Volkswagen comerciales y Seat)