Cáritas Diocesana de Ibiza ha presentado esta mañana el resumen de actividades y datos del año 2021, marcado todavía por el impacto socioeconómico de la pandemia.
Uno de los datos más llamativos es que la mayor parte de los beneficiarios de la entidad en Ibiza tienen una formación educativa baja que genera, en muchos casos, «futuros laborales inciertos y de baja cualificación, y en consonancia, remuneraciones bajas que dificultan una vida estable y equilibrada», destacan. «Esto genera una transmisión intergeneracional de la pobreza donde en muchas ocasiones se han atendido a hijos cuyos padres ya eran atendidos por la entidad», han subrayado. «Esta correlación ha de ser erradicada con trabajo en diferentes líneas de actuación de las administraciones estatales y locales en pos de una igualdad social que hoy por hoy no es real», afirman.
Otro dato llamativo relacionado con la formación de los usuarios es que, en contrapunto, aumentaron en este año las personas con cualificación universitaria que acudieron a Cáritas, aún así con un porcentaje residual del 4%.
El obispo de Ibiza, Vicente Ribas; el director de Cáritas, Joan Marí y Gustavo Gómez, coordinador de la entidad, han presentado el informe.
Gómez ha destacado que, aunque el número de beneficiarios atendidos por la entidad ha disminuido en un 10% respecto al 2020, todavía sigue lejos de las cifras pre-pandemia, cuando los beneficiarios atendidos desde Cáritas eran un 38% menos que en 2021. Un total de 3.080 beneficiarios han pasado por la entidad.
Al mismo tiempo Gómez ha destacado que un porcentaje importante de las personas que cayeron en la exclusión durante la pandemia no consigue salir de esta exclusión o lo hacen muy lentamente, «aun cuando a niveles macroeconómicos o incluso a nivel pitiuso se produzca un crecimiento económico que no llega a alcanzar al citado grupo».
En referencia al Programa de Empleo destacó «la mayor vinculación con empresas de las islas», a través de la creación de «redes que permiten continuar la formación realizada a los participantes con convenios con diferentes empresas que, a su vez, permiten la inserción laboral de los mismos, y conectar así el tejido empresarial de las islas con el tejido social, y con ello construir una sociedad más vertebrada e inclusiva».
Respecto al reparto de alimentos, durante el año 2021 se repartieron 190.000 kilos de alimentos con un valor estimado de 280.000 €, cifras todavía muy elevadas y similares al año anterior y que vinculan este servicio con «miles de personas que han tenido que recurrir a pedir alimentos a la entidad por el elevado porcentaje de sus ingresos que han de destinar al pago del alquiler».
Destacan en este apartado, la experiencia positiva que han tenido con las tarjetas monedero, «que han permitido que muchas personas dejasen la cola para la recogida de alimentos y pudieran acceder a realizar sus compras en un establecimiento comercial. El reto a partir de ahora es conseguir el fondo económico necesario para poder disminuir el reparto de alimentos que se sigue llevando a cabo», explican.
También han destacado las 360 toneladas de ropa recogida en los contenedores de Cáritas, que han servido para suministrar gratuitamente a las personas que lo necesitaban y el resto se ha enviado a una fundación constituida por Cáritas cuya misión es la inserción laboral, el reciclaje y la reutilización de miles de prendas como medio para el cuidado de medio ambiente.
«De igual manera, la creación de una empresa de inserción que culminará en enero de 2023 y la entrada en vigor de la nueva Ley europea de Residuos en enero de 2024 son retos para los que nos estamos preparando actualmente», destacan desde Cáritas.
Por último, el coordinador ha explicado los diferentes perfiles de las personas que acudieron a la entidad: el 29% fueron españoles y el 57% extracomunitarios. «Las personas extranjeras tienen menos redes de familiares y amigos a los que acudir y con ello menos recursos de los que disponer cuando llegan dificultades», han apuntado.
El obispo de Ibiza, Mons. Vicent Ribas, finalizó la rueda de prensa comentando la vocación de Cáritas en estar al lado de los pobres, «acompañando y denunciando injusticias, como premisa evangélica irrenunciable» y agradeció a los agentes de la entidad «su trabajo durante todo el año».
Idò res, que vinguin a viure a Formentera, que aquí els lloguers són de franc!