La Policía Local de Sant Josep detuvo ayer a Evaristo Soler Cardona, el propietario de un vertedero incontrolado en Cala Tarida que supone un riesgo medioambiental muy alto, ya que allí acumula sin control algo más de un centenar de embarcaciones, coches, camiones y maquinaria pesada, además de baterías y otros objetos potencialmente contaminantes.
El arresto se produjo cuando el hombre intentó obstaculizar la retirada de unos barcos que tenía varados en la zona de servidumbre de la carretera de Sant Josep a Cala Tarida y que representaba un peligro para el tráfico rodado y las personas, ya que podían caer sobre la vía o desplomarse, dado su mal estado.
Pero Evaristo Soler Cardona acumula otros presuntos delitos sobre sus espaldas: está acusado por la Guardia Civil de un delito medioambiental por instalar muertos y fondeos ilegales sobre posidonia y presuntamente amenazar de muerte a submarinistas ecologistas de Maltesa del Mar y también proferir amenazas de muerte a la concejala de Medio ambiente de Sant Josep, Mónica Fernández.
Así, además del vertedero de Cala Tarida, su hábitat infractor está, presuntamente, en Porroig donde este hombre, al frente de una empresa de alquiler de barcos, daría servicios de chárter ilegal y habría instalado estructuras de fondeo submarinas (muertos) ilegales y sobre posidonia.
Hay que recordar que el Ayuntamiento de Sant Josep financió un estudio de la entidad ecologista GEN-GOB, en el que se hallaron 112 muertos ilegales y casi el 80 por ciento estaban encima de praderas de posidonia protegida de la zona.
Esto llevó al consistorio de Sant Josep a destinar 37.000 euros a retirar muertos y limpiar el fondo marino de la zona, que estaba muy deteriorado por la actividad humana. Las empresas Eivisub y Servisub sacaron del fondo 91 muertos.
A pesar de esta acción, llevaba a cabo en abril del año pasado, solo unas semanas después, en mayo, unos buzos de la plataforma sin ánimo de lucro Maltesa del Mar regresaron al lugar y descubrieron que la actividad infractora estaba de vuelta, así como varios muertos.
Mientras estaban en la zona recibieron presuntamente amenazas de muerte por parte del empresario, tal y como denunciaron ante la Guardia Civil. “No quiero volver a veros por aquí, tengo seguro, así que te paso por encima, te mato y no pasa nada”, fueron las palabras del empresario, según recoge la denuncia presentada por Maltesa del Mar.
La presunta actividad delictiva de este hombre viene de lejos: Según denuncia Salvem sa Badia de Portmany, “posee desde hace años el desguace ilegal en suelo rústico, en la carretera de Cala Tarida, repleto de embarcaciones arruinadas, vehículos oxidados y toda clase de chatarra. En la actual versión de Google Maps se pueden contabilizar más de cien embarcaciones y coches. Ha recibido numerosas multas, se le han abierto expedientes y se le ha ordenado que retire de allí toda la chatarra, hasta el momento de manera infructuosa. En 2016 incluso accedió al desguace un operativo compuesto por efectivos de la Guardia Civil, de la Policía Local de Sant Josep y agentes de Medio Ambiente, detectando cuatro obuses de la Guerra Civil, que tuvieron que ser desarmados por los Teda”x.
Por si todo esto fuera poco, el empresario amenazó de muerte a la concejala de Medio Ambiente, Mónica Fernández, y a dos funcionarios tras una reunión convocada el año pasado para informarle de las acciones que iban a tomar para revertir la situación del vertedero ilegal. Las amenazas que constan en la denuncia y que le valieron una pequeña multa fueron: “Te espero con la escopeta reforzada que tengo”, “pasaré por tu casa, pero iré de noche”, “tengo muchos amigos mafiosos rusos y a los políticos corruptos se los manda a la mafia” o “Sant Josep tiene muchos bosques y la maleza es un combustible excelente”.
Esto es Chicago años 30, Sicilia, Napoles y Calabria todo junto.