A lo largo de la primera semana de abril, los servicios de inspección pesquera del Govern de les Illes y del Consell Insular de Ibiza han llevado a cabo una inspección de productos pesqueros en varios establecimientos de restauración en la isla de Ibiza.
Durante las inspecciones se identificaron productos presumiblemente provenientes de la pesca recreativa, ya que mostraban signos de haber sido capturados mediante pesca submarina. Así, presentaban orificios de entrada y salida propios de la pesca con arpón.
Además, se encontró un ejemplar de mero cuya talla era inferior a los 45 cm establecidos como el mínimo permitido en el caladero del Mediterráneo.
Ambas situaciones constituyen infracciones graves según la legislación pesquera.
Estas infracciones, tanto leves como graves, están contempladas en la Ley de Pesca y pueden ser sancionadas con multas que oscilan entre 60 y 600 euros, para las leves, y entre 601 y 60.000 euros, para las graves.
Estas acciones conjuntas tienen como objetivo prioritario «verificar la trazabilidad de los productos pesqueros comercializados en Ibiza, garantizando que los consumidores puedan acceder a información relevante sobre los productos que consumen y asegurando que cumplan con la normativa vigente», destaca el Consell en una nota.