@Alba Fuster/Este viernes 17 de noviembre a las 20, 30 horas se inaugura en Can Jeroni, en Sant Josep, la cuarta edición del festival internacional de cortos Mal del Cap con la presencia del director de cine Nacho Vigalondo.
Hablamos con el director de cine cántabro, nominado al Oscar en la categoría de mejor cortometraje en 2004 y nominado al premio Goya al mejor director novel en 2008 por »Los cronocrímenes», sobre su película »Colossal» que inaugurará el festival, y sobre el coloquio #EllaEsColossal que tendrá lugar después de la proyección, para que el público le pueda preguntar sobre diferentes aspectos de su film.
¿Cómo surge la idea de participar en la IV edición del festival internacional de curtmetratges Mal del Cap?
– Llevaba tiempo intentando poder venir y participar, pero por cuestiones de agenda me había sido imposible. Eva Calleja me planteó la posibilidad de hacerlo este año, y fuimos adelante con la idea, estoy muy contento de poder hacerlo.
¿Qué espera de esta experiencia en Ibiza?
– Estoy encantado. Es la primera vez que estoy en Ibiza, que la piso y la conozco en invierno. Está siendo todo un descubrimiento.
¿Cómo nace la idea de rodar una película como »Colossal’‘?
– »Colossal» parte de una idea tan estúpida como que los grandes monstruos sean avatares de una persona borracha que se encuentra en la otra punta del planeta. Uní esta idea a otra serie de vivencias y experiencias propias.
¿Cómo explicaría »Colossal» a alguien que no la ha visto aún para que se acerque este viernes a Can Jeroni?
– Ofrezco una experiencia que no la da el blue ray, poder decirle al director a la cara que es un idiota.
¿Cómo llega Anne Hathaway al proyecto?
– Leyendo el guión a través de su agente. Hacía tiempo que buscaba proyectos con personajes heterodoxos respecto a lo que le ofrecían. Hasta que su agente se topó con »Colossal» y le dijo »éste me suena que te puede gustar». Y así fué.
¿Se siente más cómodo realizando producciones americanas?
– No, simplemente es que cuando me sitúo con nombres más importantes que el mío como el de Anne Hathaway o Jason Sudeikis, el peso de la promoción recae en ellos. Entonces, das un paso atrás y te ayuda a mantener la entereza.
En España noto que soy yo el que está en el ojo del huracán cuando toca promocionar la película, aunque he de decir, que esto es importante, que la libertad creativa ha sido la misma en ambos casos.
¿Siente que deja un sello personal en sus películas, que existe un estilo Vigalondo?
– No soy yo al que le toca responder a esta pregunta.
Cuando uno está atrapado en el proyecto, no puede valorar el partido desde dentro de la pelota.
La última persona que debería retratar el estilo de lo que hago, sería yo mismo.
¿Qué intereses tiene o qué le mueve por dentro a Nacho Vigalondo?
– No soy tan de comedia como parece, en la forma en que consumo.
Esto va a sorprender mucho, pero es así.
Para mí, la chorrada es un elemento fundamentalmente relacionado con el ser humano. Ése sería el titular.
Me interesa más la película dramática que esconde comedia, que no la comedia pura.
Si entras en mi piso y ves mi estantería de blue ray, 4 k… es bajón lo que te entra.
¿Cambia la vida al ser nominado a un Óscar con 27 años?
– Gracias a Dios no. Cambia que me convierto en director de cine, pero mi día a día se mantuvo intacto.
Profesionalmente, toda una oportunidad.
Su referente cinematográfico.
– No lo sé, me lo pones complicado. Hay tantas películas… pero están todas tan sobadas…
Entonces una película que revisita o que recomienda a todo el mundo que hay que ver antes de morir
– Mira, »Nosferatu» de Murnau.